El Puerto se queda pequeño para las empresas que exportan su producción por la margen derecha de la ría, entre ellas las del Grupo Daniel Alonso o Asturfeito. Las compañías que operan en los muelles de Valliniello demandan más suelo logístico a la Autoridad Portuaria dado que tienen en cartera “una previsión de proyectos muy alta”. Las torres y piezas para aerogeneradores que salen de los talleres del Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA) permanecen de media en el muelle unos dos meses. Y muchas se rematan precisamente a pie de ría, justo antes de ser embarcadas. La margen derecha está a tope y necesita más espacio.
“Esta zona está llamada a ser manifiestamente mejorable en el futuro dentro de nuestro plan de expansión. Hay mucha zona portuaria que no se esté utilizando y que quizá se requiera. Aquí no solo hay carga de barcos, sino mucha transformación final. Y hay que facilitar a las empresas que puedan desarrollar esos trabajos”, señaló ayer el presidente de la Autoridad Portuaria, Santiago Rodríguez, sobre la futura expansión de la zona logística en una visita a las obras del nuevo edificio de servicios de la margen derecha, una inmueble en el que se ha invertido casi un millón de euros (costó casi 100.000 más por una serie de modificaciones derivadas de aspectos geotécnicos detectados durante las excavaciones), que el Puerto recepcionará el 20 de mayo y que se destinará en concesión a las empresas. Está previsto que esté completamente operativo a lo largo de septiembre.
Más de 150 personas trabajan cada día en los muelles de Valliniello y para ellas y sus empresas se ha erigido el inmueble, el primero “verde” de la Autoridad Portuaria. Se trata de un inmueble eficiente al aislamiento de fachadas y a los sistemas de iluminación y clima de última generación, está dotado de un punto de carga para vehículos eléctricos, cumple también con la normativa de accesibilidad y está dotado de un sistema de depuración de aguas residuales previo al vertido de la ría.
Cuenta con dos plantas, con una superficie de 327 metros cuadrados cada una. La baja dispone de vestuarios y aseos para 150 trabajadores, distribuidos en dos turnos, una sala de comedor para 40 comensales, un cuarto técnico de instalaciones térmicas y eléctricas, cuarto de limpieza y sala de primeros auxilios. La primera planta tiene cuatro despachos, dos salas de reuniones, aseos y un office para el personal técnico y administrativo. En cuanto a la urbanización exterior, tiene cerramiento propio, caseta de control de accesos, cuarenta y cuatro plazas de aparcamiento para usuarios, dos de ellas para discapacitados y tres para motos. Para permitir el acceso peatonal desde el edificio a los muelles se ha construido una pasarela prefabricada y un torno para controlar el acceso. La actuación ha incluido la recuperación de la vegetación de rivera del entorno. Avanzados están también los trabajos de los nuevos accesos a esta zona portuaria en expansión.
