Las cifras de la industria en España (su peso respecto al conjunto de la economía nacional era en el año 2000 del 18,7% y en el 2019 no llegó al 15%) se alejan cada vez más del objetivo del 20% del PIB fijado por la Unión Europea en su “Horizonte 2020”, a lo que se añade que las previsiones para los próximos ejercicios apuntan a una moderada pérdida de dinamismo y más ahora teniendo en cuenta los efectos de la pandemia. En ese contexto, la comarca de Avilés destaca en positivo, pues el Valor Añadido Bruto (asimilable al PIB del territorio) de la industria representa la tercera parte del total –el doble que la media nacional––, y ello, fundamentalmente, gracias a la actividad metalúrgica y de fabricación de productos metálicos. Un oasis en un sector en vías de desertización.
Los datos referidos, contenidos en un informe socioeconómico que ha elaborado el sindicato comarcal de CC OO y al que ha tenido acceso este diario, refrendan las impresiones optimistas que se vertieron el lunes en el transcurso de la reunión que tuvieron los miembros de la Mesa por la Industria de la Comarca de Avilés, un foro en el que si bien no se negó el delicado momento que atraviesa el sector industrial, con alguna empresa como Alu Ibérica en la cuerda floja, tampoco se quiso dramatizar haciendo ver que en la comarca hay mimbres para reconducir la situación: un sólido entramado fabril, empresas punteras en sectores con gran proyección (como el de las energía renovables), un polo de investigación y desarrollo al servicio de la industria tenido por referente europeo y proyectos innovadores en ciernes que podrían, con ayuda de los esperados fondos europeos, dar una espaldarazo a la ansiada transformación económica comarcal.
El informe elaborado por los técnicos de CC OO pone de relieve que el gran peso de la industria en el mix económico de la comarca actuó como colchón de la destrucción de empleo que provocó la crisis financiera desatada en 2009. No obstante, y por la misma razón, la recuperación del empleo fue más lenta en los años posteriores, de modo que en 2019 la comarca aún tenía 3.900 empleos menos que en 2007. Nuevamente la industria destaca por su capacidad tractora: 2.200 de los empleos creados entre 2007 y 2019 están relacionados con el sector del metal.
Si bien la economía comarcal está terciarizada (predominancia del sector servicios) en línea con toda España, la industria destaca como proveedora de empleo: uno de cada cuatro puestos de trabajo (era uno de cada cinco en 2007). El sector servicios proporciona el 67% del empleo; la construcción, el 5% ; y las actividades primarias (pesca y agricultura), el 3%.
El porcentaje de rentas procedentes del empleo asalariado mejora 5 puntos la media asturiana
Uno de los activos económicos de la comarca de Avilés que valoran especialmente los agentes sociales y políticos es que los concejos agrupados en torno a Avilés (145.487 habitantes, el 14 por ciento del total de la región) presenta mejores indicadores de dinamismo que la media. En concreto, las remuneraciones de los asalariados generan el 70 por ciento del total de rentas de la comarca, lo cual es cinco puntos porcentuales más que en Asturias. Esto es señal de dinamismo empresarial, pues otros territorios son más dependientes en términos de rentas de prestaciones sociales como pensiones, prejubilaciones o percepciones por desempleo. En sintonía con lo anterior, el origen de la renta primaria comarcal (la que procede directamente del sistema productivo: salarios, beneficios empresariales, alquileres, etcétera) supone un 84 % de la renta de los hogares, frente al 80%, por término medio, de Asturias. Solo la comarca de Oviedo mejora este dato. La renta disponible por habitante, cuya mejoría paulatina durante la última década se ha frenado en seco por la epidemia de covid, es similar a la media regional según han concluido los técnicos de CC OO encargados de elaborar un informe socioeconómico de la comarca, con Avilés y Castrillón en el “top 5”: segundo y quinto clasificados en el ranking por concejos.
