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“Bolero”, el toro rescatado tras caer por un acantilado en Verdicio, ya está en casa: "Se encuentra en plena forma, ya 'echó' una vaca"

“Se nota que es un animal noble”, sostiene el bombero-rescatador José Luis Torres, que participó en el izado del animal

“Bolero” ya ejerce de semental en casa I. M. / I. G.

“Bolero”, el semental que ‘voló’ en helicóptero sobre el arenal La Carnera, a dos pasos del Cabo Peñas, en Gozón, se apareó hoy con una de las vacas con las que pacía en la finca de la ganadería Casa Vocal, de Ferrero, el mismo lugar desde el que se precipitó el martes por la tarde hasta la playa. “Debió ir bajando poco a poco por el acantilado porque no tiene rota ni la punta de un cuerno”, señaló su propietario Ángel Ramón Arenas, tras supervisar el estado del animal. “Se encuentra en plena forma, esta mañana ya ‘echó’ una vaca”, manifestó ya más tranquilo Arenas, tras las horas de angustia que vivió por el incidente de “Bolero”. “El martes por la tarde lo sedamos para que no intentara subir y pasara la noche tranquila, que no le intimidara la mar. En marea alta retrocedió unos metros. El miércoles por la mañana bajé a la playa con unos vecinos que me ayudaron y le dimos agua y pienso, hasta que llegaron los equipos de Bomberos de Asturias y hubo que volver a sedarlo para izarlo al helicóptero. Se recuperó rápido del susto y de la sedación”, rememoró el ganadero.

Arriba, Ángel Ramón Arenas junto a “Bolero”, ayer,  y en el círculo, el animal rodeado de sus rescatadores. Sobre estás líneas, el toro, el miércoles, en La Carnera antes de ser rescatado. | Mara Villamuza / SEPA

Arriba, Ángel Ramón Arenas junto a “Bolero”, ayer, y en el círculo, el animal rodeado de sus rescatadores. Sobre estás líneas, el toro, el miércoles, en La Carnera antes de ser rescatado. | Mara Villamuza / SEPA I. M. / I. G.

“Bolero”, un semental de raza Asturiana de los Valles de algo más de 800 kilos y cuatro años de edad, fue adquirido por Casa Vocal con siete meses en la ganadería de Jesús Fidalgo, en Pruvia. “El semental vive con unas 20 madres y generalmente un número similar de terneros”, detalló el ganadero. La ganadería propietaria del astado data de finales del siglo XVIII. “Ha ido pasando de padres a hijos. La titular ahora es mi madre, yo estoy aquí por tradición y por hobby. Mi mujer y yo regentamos la administración de lotería número 20 de la avenida de la Argentina, en Gijón”, indicó.

“Bolero” ya ejerce de semental en casa

Ángel Ramón Arenas, está agradecidísimo a los bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), al alcalde de Gozón, Jorge Suárez “y a todas las personas que hicieron posible que el toro volviera a casa”, dice aún emocionado. “Antes en Ferrero, en todas las casas había vacas, ahora debemos de ser media docena, es un trabajo muy sacrificado”, afirma. Los animales de la ganadería de Arenas, salen diariamente a pastar “y a esparcir, solo quedan en la cuadra en invierno, unos dos meses”. La aventura de “Bolero” del martes casi acaba en desgracia.

José Luis Torres, uno de los bomberos-rescatadores que participó en el operativo de salvamento recuerda que el animal estaba sobre la arena de La Carnera y él fue uno de los encargados de colocarle el arnés y reforzar con eslinges de carga “para que el animal estuviera bien sujeto”. Para ello, Torres y su compañero tuvieron que “excavar un poco” para rodear al toro y darle seguridad en su traslado. “Pesaba mucho”, indicó. También colocaron el gancho con el que el helicóptero tomó al animal y lo trasladó a una pradería próxima a la playa de Verdicio. “Si el animal llega a caer es culpa mía pero salió bien”, señaló el bombero-rescatador del parque de La Morgal.

Una vez en tierra, Torres y sus compañeros agradecieron que, en un primero momento, el toro estuviera de pie para retirarle el arnés. “Si hubiera estado tumbado, todo sería más difícil”, apostilló. Primero, se puso en pie, orinó presumiblemente para deshacerse de la anestesia y se tumbó. “Se nota que es un animal noble”, abundó. Pese a todo, por seguridad, “Bolero” tuvo que ser sedado por un veterinario para proceder con seguridad al izado. “Había mucha gente alrededor, estaba su dueño y eso tranquilizó al animal... podría dar una coz o cornear. En este tipo de rescates, los caballos se suelen poner más nerviosos porque tienen menos campo de visión”, indicó Torres, que ya ha rescatado a no pocos animales, sobre todo, en zonas de montaña tras caídas.

Un helicóptero con capacidad para cargar 1.200 kilos no pudo levantar al toro que se precipitó en la pequeña playa del oeste del cabo Peñas. Por eso, explica Torres regresó al día siguiente con “el combustible justo” para la extracción, para que el peso del carburante no fuera obstáculo en la maniobra. “El primer día saltaron las alarmas”, apuntó. El segundo día, al ir el helicóptero más ligero, los bomberos pudieron certificar que el animal “se levantó bien, tras varias comprobaciones” y la aeronave “descendió” para hacer ‘volar’ a “Bolero”.

El rapto de Europa en Gozón, por Saúl Fernández

Europa, que recogía azucenas a la orilla del mar, embobó al padre de los dioses. La estaba contemplando acomodado sobre la esfera más alta de los cielos. Y es que, antes de que empezara el mundo, Zeus actuaba como si el mundo entero hubiera nacido de su capricho y no del de los hombres. La contemplación de aquella preciosa princesa entre las flores fue como la kriptonita para Superman: su perdición. Y es que a Zeus sólo le podía la hermosura.

Convirtió su pensamiento en obra y abandonó el Olimpo a bordo del rayo de todos los poderes y, ya en el mundo antes del mundo, se transformó en toro de cuernos en cuarto creciente. Luna, belleza y olas rompiendo contra las playas de Fenicia. Europa, la princesa de las azucenas y la libertad, había nacido en el Medio Oriente. Cuenta Ovidio, el poeta romano, que el primero de los olímpicos sólo pudo apagar el atractivo de Europa cuando la cargó sobre su grupa, cuando se internó en el agua del mar y no se detuvo hasta llegar con Europa a Europa, cuando Europa no era todavía Europa. Todo esto sucedió, lo cuentan los mitos, antes de que empezara el mundo. Y también el miércoles pasado. En Gozón. En la playa de La Carnera. Fíjense en la foto. 

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