Un queso azul lavado en sidra de hielo y otro libre de lactosa, manzanas asturianas para consumo como fruta de mesa y próximamente también aguacates, algas envasadas y conservas pesqueras ecológicas... Estos fueron algunos de los innovadores productos alimentarios que expusieron como ejemplo del dinamismo del sector los cuatro productores reunidos ayer por la Cámara de Comercio –más el gerente de la rula de Avilés– en la mesa redonda que sirvió de colofón a la I Semana agroalimentaria de Asturias, una iniciativa cameral que entronca con el objetivo municipal de convertir Avilés en un referente nacional sobre políticas alimentarias urbanas, activando sistemas sostenibles que fomenten el consumo de alimentos saludables y de proximidad, la protección de la diversidad biológica y la reducción del desperdicio alimentario. Avilés opta a conseguir 3,1 millones de fondos europeos para desarrollar ese plan, que prevé, entre otras medidas, dotar a los colegios de cocinas propias, impartir formación gastronómica a los menores de 16 años, habilitar huertos urbanos e impulsar una oferta de restauración de alta calidad como acicate turístico.
Ignacio González, de la firma conservera Costera, destacó que la innovación en su sector es “obligada” pues las preferencias de los consumidores son cambiantes y hay que adaptarse: “Lo artesano lo ecológico es tendencia”, reseñó. También habló de innovación, quesera en este caso, Yolanda Egocheaga, de Quesos Villasán: “Aparte del producto tradicional, conviene tener en el catálogo productos innovadores, porque son diferenciadores”. Isabel Rubio, administradora de la Finca El Ribeiro, en Cudillero, adelantó la intención de su empresa de cultivar a gran escala un fruto exótico de moda: el aguacate. También participó un agricultor ecológico de la comarca, Diego Bárcena, con huerta en Villa.
