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La cooperación adaptada a la pandemia

La Semana solidaria de Llaranes reduce su mercadillo, que repetirá los domingos de mes: “No nos puede paralizar el miedo”

Varias vecinas de Llaranes ante el puesto de manteles bordados de Rosi Cueto. | Ricardo Solís

No hay pandemia capaz de frenar la solidaridad en Llaranes. “No podemos olvidamos de mantener viva la llama de la cooperación”, afirma Nieves Álvarez, directora de Cáritas de Llaranes y una de las impulsoras de la Semana solidaria del barrio, que se ha visto reducida a “un minimercadillo, nada que ver con el que había en la plaza”. La oferta en los cuatro puestos del mercadillo es variada: juguetes donados de segunda mano, plantas, artesanía, diversos productos de Guatemala, magdalenas, marañuelas y galletas y manteles bordados a mano. “También tenemos una rifa benéfica por la XIX Semana solidaria”, apostilla Álvarez.

A la izquierda, un puesto del mercadillo y a la derecha, el coro. | R. S.

La encargada del puesto de manteles bordados es Rosi Cueto. “Los hago yo, están rematados a ganchillo y los hago mientras veo la televisión y de paso, colaboro con el mercadillo”, señala Cueto.

Por las madres y con música

Álvarez echa la vista atrás y recuerda otras Semanas solidarias “con muchos más puestos” y con la comida popular a base de paella. “La paella está pendiente, aún no tenemos fecha, pero la vamos a organizar, aunque sea para llevar cada uno a su casa”, señala la directora de Cáritas de Llaranes, que destaca que la Semana solidaria “en la que se implica todo el barrio” tendrá además venta online de diversos productos a través de Facebook.

Rosi Crespo fue la encargada de elaborar las marañuelas. El resto de alimentos fueron aportados por Cáritas arciprestal. El dinero recaudado, como otros años, irá a parar a la cooperación con Guatemala y para Cáritas: “Todo para ayudar a las personas que más lo necesitan”.

El acto grande de la Semana solidaria de Llaranes se ha visto reducido considerablemente dado los tiempos de pandemia actuales. Sin embargo, los promotores de esta actividad con 19 años de historia no piensan quedarse de brazos cruzados. “No nos puede paralizar el miedo, tenemos que organizar actividades como podamos y adaptándonos”, remarca Nieves Álvarez. Tal es así que habrá mercadillo solidario durante todos los domingos del mes de mayo. “Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero”, concluye una de las impulsoras de un barrio que se vuelca en echar una mano a los demás.

La iglesia de Llaranes acogió ayer dos misas de acción de gracias con motivo de la Semana solidaria. Lo hizo con música mientras en los exteriores del templo de Santa Bárbara un mercadillo animaba la jornada con diversos objetos y felicitaciones a las madres en su día.

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