El canal de acceso y la barra del Puerto de Avilés han recuperado el calado de 12,75 de metros de profundidad. La embarcación “Viking-R” culminó ayer el dragado de mantenimiento de la ría, un encargo que ha ejecutado en catorce días y que cueste este año a las arcas portuarias 340.000 euros. La empresa a la que pertenece, Rohde Nielsen Sucursal España, se había hecho previamente con el contrato de mantenimiento del calado de la ría por un periodo de cuatro años.
El dragado se inició el pasado 23 de abril y finalizó ayer a las 18.00 horas con un horario de trabajo de 24 horas. La embarcación encargada de los trabajos ha sido una draga de succión en marcha que aspirara el material arenoso del lecho a través de un tubo estanco, lo sube a la cántara y lo transporta hasta un recinto marino autorizado por Capitanía Marítima y las autoridades ambientales, situado a más de 30 metros de profundidad frente al faro de Avilés, donde deposita el material. Desde el Puerto destacan que, de forma paralela, se llevó a cabo un exhaustivo plan de vigilancia ambiental debido a la proximidad de zonas LIC (Lugar Importancia Comunitaria) y entornos protegidos que incluyó un control de calidad de aguas, afecciones a aves y especies marinas, así como de ruido ambiental.
A lo largo de estos días se han efectuado tres analíticas de agua de la zona de dragado y tres en la zona de vertido, a tres profundidades diferentes, se ha medido en ellas la temperatura, salinidad, oxígeno disuelto, ph, clorofila, metales pesados y sólidos en suspensión, entre otros elementos. También se han realizado controles de los niveles sonoros emitidos por la draga en seis puntos de muestreo y a distintas horas del día, así como un cartografiado morfológico y control de la comunidad macro y nectobentónica en seis puntos de muestreo. “El dragado ha cumplido con todos los parámetros ambientales que establece la legislación vigente en dicha materia”, destacaron desde la Autoridad Portuaria de Avilés, que aún está pendiente de resolver con el Gobierno central cómo se realizarán los aportes de arena al litoral castrillonense, como establece la nueva Declaración de Impacto Ambiental de los dragados.
Manchas de arena en la ría
La Autoridad Portuaria de Avilés busca cómo minimizar el impacto visual de los bombeos de agua que provocan el vertido de arena a la ría por las obras que se están acometiendo en el muelle de Raíces. Como informó este periódico, el Colectivo Ecologista alertó el miércoles de un presunto vertido que resultó ser arena procedente de una obra del propio Puerto. Desde la entidad ofrecieron ayer más información sobre el incidente en cuestión, vinculado a la construcción e instalación en el muelle de Raíces de sistemas de decantación de las aguas pluviales y de escorrentía.
“La colocación de dos depósitos decantadores de hidrocarburos, cilíndricos y de grandes dimensiones (10 metros de largo por tres de diámetro), requiere la excavación de un recinto previamente tablestacado hasta una profundidad de 6,50 metros por debajo del nivel actual del terreno, lo que ocasiona la continua infiltración de agua de mar por el fondo de la excavación y el arrastre de finos y arenas”, explicaron fuentes portuarias. Dicha agua de mar tiene que ser bombeada de nuevo a la ría para poder ejecutar los trabajos y originó el miércoles una mancha en el agua motivada por los finos de la arena que se arrastran en el proceso de bombeo. “La Autoridad Portuaria está trabajando para minimizar el impacto visual que se pueda generar en la masa de agua”, señalaron las mismas fuentes. La duración de las obras se estima en un mes, si bien una vez colocada la losa de hormigón armado de apoyo de los depósitos y la instalación de los mismos se espera que el bombeo ya sea nulo.
