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El dueño de una pensión de Avilés pilla al volver de un viaje a una pareja desvalijándola

“Había ido a Granada a una cita oncológica con un familiar”, sostiene el afectado, que retuvo a los presuntos ladrones hasta que llegó la Policía

Eduardo Rodríguez muestra los destrozos en la puerta de la pensión El Parque. Mara Villamuza

Pillan con las manos en la masa a una pareja desvalijando, presuntamente, una pensión situada en pleno centro de Avilés, en la calle La Cámara. El encargado de El Parque se encontró a primera hora de esta tarde a un hombre y a una mujer en el interior del negocio, al que supuestamente accedieron tras violentar la puerta. La víctima, Eduardo Rodríguez, había pasado los últimos días en Granada para acompañar a un familiar a una cita oncológica y se encontró de lleno con el presunto robo a su regreso. Siempre según su relato, retuvo a los presuntos ladrones hasta que llegó la Policía, a la que avisó de inmediato. “Esto no es normal, alguien les tenía que haber avisado de que yo no estaba aquí. Esto lleva tiempo sin actividad, como tantos otros negocios de este tipo”, señaló a este periódico.

Rodríguez se encontró la pensión completamente revuelta y a última hora de la tarde, tras el “tremendo disgusto”, estaba haciendo recuento de lo sustraído. “El lunes cogí un Alsa por la mañana y llegué aquí sobre las cuatro de esta tarde (por la de ayer). Parecía que la puerta estaba cerrada, pero al abrirla noté un tintineo y comprobé que estaba suelta. Habían usado una palanca, reventado el cerrador y había gente dentro”, señaló. Un perro salió a recibirle y al momento apareció una mujer. “Me dijo que estaba limpiando, que le habían dejado las llaves, cuando yo no se las había dado a nadie. ¡Y tanto que estaba limpiando, pero lo que tengo aquí!. Enseguida vi que en una habitación había también un hombre. Les impedí que salieran y llamé a la Policía”, añadió.

Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía llegaron unos veinte minutos después, siempre según su relato, y se llevaron a la pareja a la Comisaría de la calle Río San Martín. Al establecimiento con acceso desde Doctor Graíño se trasladó después la Policía Científica, la encargada de la investigación criminalística.

En un primer recuento, Eduardo Rodríguez echó en falta radiadores eléctricos, ropa de cama... En la pensión había bolsas con enseres, listos para llevárselos, según su testimonio. “La puerta está destrozada, tengo que poner puertas y cerraduras nuevas. Mira cómo está todo”, lamentaba mientras hacía el recuento de lo presuntamente sustraído.

Eduardo Rodríguez intentaba sacar algo en positivo de un día para olvidar: “Con el disgusto tan grande que traigo de Granada y ahora esto. Gracias a Dios, los médicos han dicho que hay muchas posibilidades de salvar a Carmen (su familiar enferma)”.

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