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Los armadores de Avilés navegan rumbo a las Azores: “Esperamos volver en 15 días”

Los patrones del «Esmeralda Tercero” y “Berriz Amatxo” inician la “gira” por el bonito del Norte, con una inversión de 18.000 euros por barco

Fidel Álvarez Garaot delante del “Berriz Amatxo” Ricardo Solís

Comienza la “carrera” por el bonito: los barcos “Esmeralda Tercero” y “Berriz Amatxo”, ambos ligados al puerto de Avilés, y tres barcos más de Bermeo (Vizcaya), atracados hoy también en el muelle local, partirán esta medianoche rumbo a las Azores, el remoto lugar del Atlántico en el que en estos momentos se supone que nadan camino del Cantábrico miles de túnidos cuya carne es apreciadísima en todos los mercados españoles y, muy especialmente, en Asturias. Por delante les esperan días de navegación –casi competición– con el objetivo de traer a tierra los primeros ejemplares de bonito del Norte. Que esto se haga a la carrera o, más bien, al “sprint”, tiene mucho que ver con los precios estratosféricos que se pagan por esos primeros especímenes en la rula avilesina. El año pasado la primera tina (caja) que salió a subasta en la rula de Avilés –108 kilos de peces del “Esmeralda Tercero”, de Fidel Álvarez Garaot– a 350,60 euros. En 2019 se pagó a 330,60 euros y en 2018, a 300,20.

Fidel Alvarez Garaot, que capitanea con su cuñado Jesús Antonio Gómez en el “Berriz Amatxo” e Iván Álvarez Garaot, hermano del primero, que lleva los mandos del “Esmeralda III”, esperan regresar a puerto dentro de 15 días con las bodegas llenas de bonitos: “Por la temperatura del agua y el plancton creemos saber una zona probable de pesca cerca de las Azores, pero a la altura de Estaca de Bares nosotros ya empezamos a probar” . Pescan usando el arte de pesca tradicional del curricán o cacea, lo que garantiza su calidad y frescura.

Parte de la tripulación del “Berriz Amatxo”

En cada uno de los barcos avilesinos que esta madrugada saldrán a la mar participa una tripulación compuesta por seis hombres, incluidos los patrones. Todos ellos han sido vacunados ya contra el covid. Salud ha accedido finalmente a la petición del sector, avalada por diversas instituciones y estamentos públicos, y puso la vacuna del covid de forma preferente a estos profesionales de la mar en consideración a las especiales condiciones en las que trabajan. Los primeros en “poner el brazo” el pasado día 14 fueron, precisamente, los doce tripulantes de los barcos “Berriz Amatxo” y “Esmeralda Tercero”, propiedad de los hermanos de Oviñana (Cudillero) Fidel e Iván Álvarez Garaot.

El gasto por barco bonitero oscila entre los 15.000 y 18.000 euros, según Fidel Álvarez Garaot. Trabajan con cifras importantes, al menos a ojo de un profano, para esta primera salida del año hacia el Atlántico. Cada uno de los barcos lleva 20 toneladas de hielo, veinte toneladas de gasoil y víveres para mes y medio de travesía para seis personas. “Siempre llevamos alimentos para mes y medio aunque la previsión es volver a puerto en dos semanas, tres como mucho. A esto hay que sumar seguros, salarios... ”, reitera el patrón de Oviñana, un experto en la pesca de bonito que lleva ya años desembarcando los primeros pescados en Avilés. Precisamente que la costera comience a mediados de mayo desde hace ya unos años y no en junio, cuando el calendario pesquero fija la época en la que suele ser habitual a la mar en busca de los túnidos, tiene también mucho que ver con eso de llevarse el “premio gordo” de la costera más carnosa del año.

Las claves


01 Boniteros. Del puerto avilesino preveían partir esta medianoche dos barcos asturianos y tres vascos. Habitualmente ambas regiones compiten por traer a tierra los primeros bonitos de la temporada

02 Tripulación. En cada uno de los boniteros asturianos viajan seis tripulantes, incluido el patrón. Ayer por la mañana ultimaban los preparativos y la colocación de las neveras que se llenarán previsiblemente de bonitos.

03 Gasto. Cada uno de los barcos avilesinos que parte al bonito debe desembolsar unos 18.000 euros de gastos: llevan 20 toneladas de hielo, 20 de combustible y víveres para sobrevivir mes y medio en la mar.

04 Costera. La costera solía comenzar habitualmente en junio. Esto cambió hace unos años: los pescadores cada vez adelantan más su cita con las Azores. Prevén regresar, esta vez, dentro de quince días. 

05 “Campanu” de la mar. La piquilla por traer a tierra los primeros bonitos de la temporada se explica por el alto precio al que se venden las primeras tinas en Avilés, que ha convertido el momento en una fiesta.

06 Campaña. El año pasado la costera se prolongó hasta el 19 de agosto. Fue catalogada como la más corta de la historia y los marineros asturianos mostraron su malestar, aunque la campaña fue buena en cuanto a capturas.

El año pasado la costera del bonito concluyó a mediados de agosto no sin quejas por parte de los asturianos: aún había qué pescar en el Cantábrico. Pero entonces, como lleva ocurriendo en las últimas costeras, los últimos bonitos quedaron a merced de los barcos pelágicos de pabellón francés e irlandés, unos buques que, según denuncian los pescadores regionales, se caracterizan por “practicar pesca indiscriminada y dañar el recurso”. Pese al cierre prematuro –la de 2020 fue catalogada como la campaña bonitera más corta de la historia– los 55 barcos de la flota asturiana que participaron en la costera del bonito de 2020 capturaron en conjunto 986.716 kilos, cantidad que duplica con creces la que cosecharon hace cuatro años; los 426.142 kilos que pescaron en 2017.

Buenos resultados

Si para la flota pesquera asturiana la costera de este año fue entonces la más rentable de los últimos ejercicios, para las lonjas no ocurrió lo mismo. El motivo es que el bonito abandonó muy pronto, a principios de agosto, las aguas más próximas a Asturias, desplazándose hacia el golfo de Vizcaya y, luego, hacia el suroeste de Irlanda. En las lonjas de Avilés y Gijón se descargaron 1.988.537 kilos de bonito, con un precio medio de 3,99 euros, lo que supone que la primera venta se cerró con un total de 7,93 millones de euros. En 2019 se descargaron en ambas lonjas 2.298.598 kilos de túnidos, con un precio medio de 3,92 euros.

Los que no tuvieron problema fueron los amantes de este pescado que protagoniza múltiples recetas: en rollo, desmigado, con tomate, guisado con patatas (marmitaco), conservado en aceite o a la plancha... El bonito acepta un sinfín de preparaciones y las cocineras del Norte, el territorio gastronómico donde más apreciado es este pez, lo llevan años convirtiendo en un fijo de las mesas veraniegas. Así, no es de extrañar que el inicio de su pesca se convierta en un acontecimiento para los aficionados al buen yantar. En aproximadamente quince días, los primeros bonitos del Norte estarán ya en los mostradores de las pescaderías asturianas para disfrute de los consumidores.

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