El Ministerio de Trabajo convocó ayer una reunión con el fin de mediar entre los comités de las dos Alu Ibérica (Avilés y La Coruña) y la multinacional Alcoa, pero no tuvo lugar ante la ausencia de representantes de la delegación española de la multinacional aluminera norteamericana.
La idea de la directora general de Trabajo, la asturiana Verónica Martínez Barbero, era sentar en la misma mesa a las dos partes enfrentadas a cuenta del acuerdo de enero de 2019 (previo a la venta de las fábricas). Entonces, Alu Ibérica no existía porque la multinacional norteamericana había manifestado –semanas antes, a mediados de noviembre de 2018– su deseo de cerrar sus plantas de Avilés y La Coruña y de despedir, consecuentemente, a todos sus trabajadores. Fruto de la negociación entre las dos partes, la multinacional cambió de idea y puso a la venta las fábricas. “Y después se revendieron, cosa que no figuraba en el acuerdo, como Alcoa señaló varias veces”, recordó José Manuel Gómez de la Uz, el presidente del comité de empresa de Avilés.
Los norteamericanos, sin embargo, explican la situación de modo distinto: “Efectivamente, recibimos una convocatoria de la dirección general de Trabajo para mantener un encuentro con los comités de empresa de las plantas de Avilés y La Coruña en relación al periodo de consultas del ERE, que finalizó en enero de 2019 con acuerdo y sin impugnaciones. Desde julio de ese mismo año 2019 ambas sociedades no pertenecen al Grupo Alcoa Inespal, por tales motivos, hemos notificamos al Ministerio que no íbamos a acudir a dicho encuentro”, señaló una portavoz de la compañía.
La ausencia de la multinacional norteamericana en el encuentro ha dejado inoperativa la pretensión del Gobierno de España de solucionar la crisis del aluminio, que en la vía penal está enfrascada en una investigación en la Audiencia Nacional a cuenta de la comisión de un presunto delito de vaciamiento de capital fraudulento.
Los trabajadores y el Ministerio ensayaron la reunión de mediación basándose en el argumento de que el acuerdo de enero de 2019 se sustentaba sobre la idea de que si se vendían las fábricas, los trabajadores pasaban a ser asunto de la compañía compradora y que, si no se vendían, era Alcoa la que tenía que asumir los despidos –según el acuerdo alcanzado entonces– de sus trabajadores. Dado que las fábricas se vendieron y luego se revendieron y que esa posibilidad se consideraba prohibida en el acuerdo alcanzado, el problema vuelve a a la casilla de salida, es decir, a Alcoa. El jueves está previsto el tercer asalto en la batalla del aluminio: una vista en el juzgado de lo Social de la Audiencia Nacional.
Las fábricas de Alu Ibérica se suman al día del reciclado
“El plan industrial de Alu Ibérica está alineado con la European Commission y las asociaciones del sector en apoyo de la economía circular. El objetivo es ambicioso: reducir las emisiones en 39 millones de toneladas al año; desde La Coruña y Avilés deseamos poner nuestro granito de arena implementando un plan industrial que nos haga más competitivos y, ante todo, más sostenibles”. Esto forma parte de una toma de postura publicada por la dirección de las empresas Alu Ibérica a cuenta del día del reciclado. “Producir aluminio verde circular significa contribuir con los objetivos ambientales. Al consumir solo un 5% de la energía necesaria para producir primario, el reciclaje de aluminio permite ahorrar cada año la energía que consume un país como Francia”.
