El tabaco mata hasta la mitad de quienes lo consumen. En números: es la causa de muerte de más de ocho millones de personas al año. En Asturias, un 12 por ciento de los menores de catorce años (más de 12.000 críos) sufre los efectos nocivos del tabaco en lugares cerrados, un dos por ciento más de una hora al día. Para evitar el impacto negativo de estos datos traducidos a salud, la consejería de Salud en colaboración con la Asociación Asturiana de Pediatría de Atención Primaria que preside el avilesino José Ignacio Pérez Candás, con consulta en Sabugo, acaba de lanzar un ambicioso proyecto que abarca desde el inicio del embarazo hasta el final de la adolescencia.
La iniciativa pasa por asesorar a los niños y a sus familias en los riesgos del tabaco, la realización de entrevistas a los padres y a los menores para identificar a niños y adolescentes fumadores así como por ofrecer ayuda y recursos públicos para la deshabituación tabáquica, la entrega de material informativo y consultas de seguimiento periódicas y frecuentes.
Los datos quedarán informatizados, junto otros muchos de los menores que recoge el Plan Personal Jerárquico de la Atención Sanitaria a la Infancia y a la Adolescencia del Servicio de Salud del Principado de Asturias y que tiene entre otros objetivos disminuir la variabilidad clínica en las recomendaciones que se dan a los menores y a sus familias, así como garantizar que estas están apoyadas en las mejores evidencias científicas disponibles en el momento de su redacción.
También pretende desmedicalizar procesos que nunca debieron estar medicalizados.
Pérez Candás dio a conocer a principios de semana dicha guía de actuación en la VII Jornada de la red asturiana de centros sanitarios libres de tabaco. Y defendió la formación de los profesionales sanitarios que deseen abordar el tabaquismo en la consulta de Primaria sobre todo en lo que tiene que ver con las entrevistas personales dirigidas a adolescentes, para identificar a posibles fumadores.
“El tabaco es la causa de mortalidad más prevenible en el mundo de hoy en día”, sostiene el pediatra, que considera el tabaquismo una epidemia. Subraya que el tabaco es dañino para el fumador pero también para los que conviven con ese humo llamado de segunda mano (fumadores pasivos o involuntarios).
“Luego está el humo de tercera mano, el que se deposita en superficies, que también es causa de enfermedad como se ha documentado en investigaciones realizadas en laboratorio especialmente entre los niños pequeños, que son los que tienen más exposición, pues en fase exploratoria tienden a llevarse objetos a la boca”, recalca Candás, dispuesto a felicitar a los que se alejen de los malos humos y hacer lo posible por frenar la adición entre los fumadores, más si son críos.
“La intervención se realizará en las visitas programadas, pero también en la consulta a demanda y será muy importante la colaboración de matronas, obstetras, médicos y enfermeras de familia”, incide el experto en salud infantil. El lema del nuevo programa de Pediatría es claro: “En tu casa y en tu coche respira libertad”. Los riesgos por fumar son muchos para un niño, incluso si lo hacen de forma involuntaria: bajo peso al nacer y con pulmones más débiles, riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante, un 50% más de otitis , un 20 por ciento más de crisis asmática, un 30 por ciento más de infecciones respiratorias, mayor probabilidad de irritaciones de mucosas (garganta, ojos y nariz) y de ingresos hospitalarios… Y como dato: estar ocho horas en un lugar cerrado con una concentración elevada de humo de tabaco puede equivaler a fumar unos 16 cigarrillos.
Fiebre
Los pediatras asturianos se han aliado también para desmedicalizar la fiebre: ya entregan tanto en las consultas de Pediatría de Atención Primaria como de los hospitales un documento con una serie de consejos para abordar con acierto los eventos febriles. En esta tarea se han formado cerca de 400 profesionales de Pediatría de toda la región en un curso online del Instituto Adolfo Posada.
Se trata de un proyecto enmarcado en la desmedicalización y el abordaje de las enfermedades desde la evidencia científica impulsado desde la Oficina de Evaluación de Tecnología Sanitaria del Principado en colaboración con la Asociación Asturiana de Pediatría de Atención Primaria, la SCALP (Sociedad de Pediatría de Asturias, Cantabria y Castilla y León) y la Sociedad de Urgencias Pediátricas (SEUP). En Asturias, para la elaboración del proyecto y su implementación se ha constituido un grupo de trabajo desde la Oficina de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del Principado.
