Bob Dylan sólo ha cantado en Asturias en tres ocasiones: en 1993, en 1999 y en 2019. “Me quedé a las puertas del Jovellanos en 1999. Vendió todo en una hora”, cuenta el promotor musical Béznar Arias, que estrenó el lunes su primera película documental: “Dylan en el paraíso”, una producción del Ayuntamiento de Avilés que sirve de regalo de cumpleaños –el octogésimo– para el Premio “Príncipe de Asturias” y Premio “Nobel” y todos los premios. “Dylan es enorme: sigue dándole vueltas a sus grandes temas y así, cada vez que le escuchas, parecen nuevos”, confirma Arias, el creador de uno de los festivales más singulares de aficionados al bardo de Minnesota: “Avilés, ciudad dylanita”. Catorce años del tirón, incluso con pandemia. “El año pasado fue un programa de televisión. Los participantes mandaron sus versiones en vídeo”, cuenta.
En el documental, que ya está colgado en las redes sociales del Ayuntamiento de Avilés, participan una veintena de músicos, promotores y periodistas. Hablan el periodista Javier Blanco, que cubrió para LA NUEVA ESPAÑA, los conciertos de Dylan, pero también el cantautor Nacho García o el músico y periodista Tete Bonilla, todo para resumir el paso del músico y escritor por una tierra que siente devoción por él. “Al principio la gente decía que estábamos locos, que qué hacíamos montando un festival en torno al día de su cumpleaños, pero ya la cosa se ha normalizado”, se ríe el promotor y director de la película que cuenta, en el arranque, con un diálogo entre el propio Arias y Álvaro Lozano Sol, profesor de Secundaria y el primer motor de la movida dylanita en el Principado. “Fue él quien me convenció para empezar”, cuenta. Luego vino el apoyo pionero de LA NUEVA ESPAÑA. Y es que la primera edición del “Avilés, ciudad dylanita” lo programó el club de LA NUEVA ESPAÑA de Avilés.
¿Y para cuándo la cuarta visita de Dylan? “Estuvimos a un paso de conseguirlo en 2013. Iba a haber sido en el Centro Niemeyer, pero por entonces no estaban las cosas muy bien allí, acababa de marcharse su primer director, la gestión la había asumido Recrea. Faltó un poco de dinero. Iba a ser el 12 de julio, el día anterior a su concierto en el Guggenheim, en Bilbao”, cuenta Arias. “He hecho muchos conciertos en mi vida y por eso sé que sin el apoyo de una gran empresa detrás o de las instituciones no se le podría traer. Además, en todo caso, sería muy difícil”, confirma Arias, padre superior del dylanismo asturiano.
