La Cofradía del Colesterol Bueno perdió ayer a uno de sus miembros más activos José Ramón Verdín Díaz, empresario avilesino, muy conocido y querido en la villa y colaborador entusiasta de todas las acciones que emprendían desde la entidad que preside Sabino González. Tenía 81 años y era el impulsor de la empresa Asturiana de Repuestos Aresa, referente en el mercado de válvulas industriales.
“Era una grandísima persona, muy buena gente y viajó mucho con nosotros”, recordó ayer Sabino González sobre la ligazón del fallecido con la Cofradía del Colesterol. Entre las anécdotas, recordaba el desplazamiento que habían realizado juntos a Estonia, donde concedieron a Carlos Vallina la distinción de la Confederación Europea de Cofradías.
José Ramón Verdín y su esposa, Tini Veiga, vivieron volcados con sus compañeros de la Cofradía del Colesterol. Tanto es así que ella, que fue titular de una boutique infantil, como experta en confección era la responsable de preparar los estandartes, baberos y capas del colectivo.
Verdín deja también cuatro nietos, los que le dieron sus dos hijos, Santiago y Dolores. El primero se había hecho cargo en los últimos años de la empresa del padre, hoy ubicada en el PEPA (Parque Empresarial Principado de Asturias).
Aresa, Asturiana de Repuestos, fue fundada por Ramón Verdín 1980 y desde entonces no dejaron de crecer y evolucionar en la producción de su gama de productos y el respeto por el medio ambiente, reflejado en la aplicación de nuevas tecnologías menos contaminantes y con mayor capacidad de auto reciclaje día tras día. Su especialidad era el desarrollo de válvulas industriales, bombas y productos para el control y conducción de todo tipo de fluidos en grandes instalaciones.
El funeral por su eterno descanso se celebra hoy, miércoles, a las cinco de la tarde, en la iglesia parroquial de Santo Tomás de Cantorbery.
