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La Carriona da ánimos a un atleta solidario

El corverano Sergio Fernández correrá por los Alpes para obtener fondos que donará a la investigación del síndrome de Noonan

Sergio Fernández, en su encuentro con el alumnado del colegio de La Carriona. Mara Villamuza

Sergio Fernández Anes es un atleta corverano. Lo suyo son las carreras de montaña y ahora está entrenando para una prueba de larga distancia en los Alpes italianos de 356 kilómetros prevista para mediados de septiembre. Correrá por dos motivos, su pasión por el deporte y también por un motivo solidario, ya que pretende recaudar 27.390 euros, uno por cada uno de los 27.390 metros de desnivel positivo existente en el recorrido. Los donativos serán destinados íntegramente a financiar la investigación del síndrome de Noonan, una enfermedad rara. La prueba en sí se llama “Tor des Geants” y Fernández la ha rebautizado como “Un tor para Noonan” y el pasado miércoles habló de ello a un grupo de escolares del colegio de La Carriona-Miranda, en una actividad enmarcada dentro de su semana deportiva y cultural. “Tienes que hacer esos kilómetros como máximo en 150 horas; yo, como corredor amateur aspiro a hacerlo en 120, durmiendo no más de dos horas al día de media”, relata el atleta corverano afincado en Gijón. “También podemos beber y comer, hay 43 puntos de avituallamiento”, añade.

El síndrome de Noonan, continúa Fernández, es una enfermedad neurocognitiva y su afectación es múltiple. En España se estima que hay entre 20.000 y 40.000 casos y en Asturias, la asociación que agrupa a los ya diagnosticados agrupa a 28 familias. El proyecto para el que colabora Sergio Fernández se llama “Materia gris” y cuenta con una plataforma de micromecenazgo llamada migranodearena.org.

“La idea del reto solidario, como le conté a los niños de La Carriona, surgió en el confinamiento. Les dije que correr está bien y me vale para estar en forma y para mi ego, pero podía ser compatible con ayudar a terceras personas”, explicó el corverano, que animó al alumnado a “perseguir sus sueños”. “Para mí no hay nada más satisfactorio que comerme un bocadillo en la montaña”, apuntó el atleta que dejó boquiabiertos a los pequeños, según su testimonio, al expresar que no veía la televisión y que prefería vivir las experiencias antes que “ver como otros lo hacían”.

Volviendo a la prueba, Fernández Anes dejó claro que la participación en la carrera corre de su cuenta y que las colaboraciones económicas con el reto solidario que impulsa se destinarán integramente a la investigación del síndrome de Noonan.

“También le dije a los niños de La Carriona que tenía que llevar una mochila con mucho peso, con cuatro pares de calzado, dependiendo del terreno, y que en los últimos tiempos hay momentos en los que se hacen dos o tres kilómetros a la hora, hay que bajar de ritmo porque son muchas horas”, concluyó el atleta solidario corverano.

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