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La industria se desangra: pierde un millar de empresas en dos décadas

Los sectores de la construcción y servicios crecieron un 10% desde el inicio de la nueva centuria, aunque el empleo industrial tiene más peso

Baterías de coque en Avilés en una imagen tomada desde La Luz. M. Villamuza

Para entender lo que fue en los cincuenta y sesenta el Avilés de la llegada de Ensidesa bastan solo algunas cifras de población. Aquella civilización industrial que comenzaba a germinar hizo que la ciudad pasara de unos 20.000 habitantes, en 1950, a 90.000 en 1988 para evolucionar a los 78.182 vecinos actuales. Ese movimiento demográfico a la baja también tiene su alcance en el sector industrial. La situación de “emergencia” que atraviesa este sector en la comarca es patente a la vista de la desaparición de un millar de sociedades desde el año 2000. Lo certifican los datos de Sadei sobre la evolución de la actividad industrial: hace dos décadas eran 4.402 empresas en este ámbito mientras que la industria en el año 2020 sumaba 3.495 sociedades.

¿Qué ha ocurrido en estos veinte años para que la otrora potencia industrial se desangre a pasos agigantados? El “estado de emergencia industrial” al que se aludía en el último congreso comarcal de UGT sienta sus bases en el delicado momento que atraviesa el sector, con alguna empresa como Alu Ibérica en la cuerda floja. Además, la recuperación del empleo de la anterior crisis económica (2008) fue más lenta que en otros territorios, de modo que en 2019 la comarca aún tenía 3.900 empleos menos que en 2007. Hoy la industria representa el 16% del PIB. En la España de 1975 suponía el 30%.

Nada parece haber quedado del acelerado desarrollo industrial de los años del desembarco de Ensidesa en Avilés, basado en una fuerte apuesta del Estado a través del Instituto Nacional de Industrial. De aquello queda hoy en la comarca avilesina un sólido –pero menguante– entramado fabril, empresas punteras en sectores con gran proyección (como el de las renovables), un polo de investigación y desarrollo que es referente europeo en torno al acero y proyectos innovadores en ciernes. Pero no es suficiente. Esa pérdida de 1.007 sociedades industriales entre 2000 y 2020 también tiene reflejo en los saldos demográficos. Los 83.930 vecinos del año de las 4.402 sociedades industriales en Avilés se quedaron en 78.182 cuando el ecosistema de la industria local menguó a 3.495 empresas.

Mejor evolución ofrecen los sectores de la construcción y los servicios. Tras la crisis de 2008 han podido sostenerse mejor que la industria, con un crecimiento del 10 y el 9,3%, respectivamente, si se atiende al número de empresas activas. La construcción pasó de 7.239 sociedades hace dos décadas, a las 8.133 del momento presente, con un pico en 2008 que les hizo crecer hasta las 12.099. En el caso del sector servicios, las 51.492 compañías con las que arrancaba la nueva centuria aumentaron a 56.805, según los registros de 2020.

Eso sí, el empleo autónomo tampoco pasa por su mejor momento. En Avilés ha perdido en una década a uno de cada diez trabajadores por cuenta propia, pasando de 5.174 en 2010 a 4.659 en 2020, un descenso del 11,7%, con datos actualizados hasta el 1 de diciembre. Son 605 emprendedores menos; solo en el 2020 del coronavirus han sido casi 200 las bajas de autónomos avilesinos. Según los datos de ATA (la Asociación de Autónomos de Asturias), a 1 de diciembre de 2019 había registrados 4.744 en Avilés frente a los 4.569 de diciembre del año pasado.

En conjunto, casi tres de cada diez empleos en Avilés se van para la industria. No hay ninguna otra ciudad española que logre hacerle sombra a Avilés en este capítulo, pero preocupa que el número de sociedades tienda a decrecer.

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