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Los panaderos reivindican titulación propia

Un encuentro con formadores europeos promovido por la Cámara de Comercio sirve para subrayar la necesidad de profesionales en el sector

Aspecto de la mesa de debate sobre la formación profesional en el sector del pan, ayer, en la Cámara de Comercio de Avilés. | Mara Villamuza

“El sector del pan está viviendo ahora un momento de inflexión que, si nos descuidamos, nos va absorber”. Estas palabras son de Eduardo Villar, que es el presidente de la Confederación Española del Pan, que ayer participó en una jornada organizada por la Cámara de Comercio en torno a la necesidad de implantar la formación “para los futuros profesionales del sector”. Y es que, hasta ahora “para panadero sirve cualquiera”. Y esta indeferenciación “va en detrimento de las empresas”. O sea, que esa inflexión tiene una herramienta “fundamental” para hacerle frente: la formación profesional, la titulación propia.

Sobre todo esto estuvieron todos los invitados ayer en la mesa de debate. La diferencia llegó en materializar esta formación. María José Fernández Campos, que es la coordinadora de FP Empresa y Directora del Centro Integrado de FP de Hostelería y Turismo de Gijón defendió el plan de estudios de su instituto. “No se llama panadería, pero se ve y tiene mucho éxito, tanto que la mayoría de los estudiantes consiguen colocarse al final en la empresa en que realizaron las prácticas”.

Esta idea no es la que prefirieron los participantes en la jornada de trabajo: a hacer pan sólo puede enseñar alguien que hace pan. Bernd Kütscher, el director de la Escuela Alemana Akademie Deutsches Bäckerhandwerk, en Weinheim, explicó al otro lado de la pantalla –su intervención fue telemática– explicó cómo es el plan de estudios de Panadería en su país. “Tiene una formación de tres años. Cuatro de los cinco días el alumno lo desarrolla en el obrador, el quinto, en un aula, aprendiendo teoría: los ingredientes, los procesos...” A mitad del curso, es decir, al año y medio, tienen que superar un examen “mostrando sus habilidades”. Cuando llega el final del período de formación, al tercer año, es cuando se produce el siguiente examen. Ahí es cuando el alumno es panadero, ahí es cuando inicia su carrera profesional”, concluyó. Pero la formación no queda ahí. El panadero puede ascender en el escalafón: hacerse maestro panadero. “Eso se consigue con una nueva formación de seis meses”, concluyó Kütscher.

“A los panaderos hasta ahora no nos veía nadie: entramos a trabajar por la noche, volvemos cuando el día ya está empezado... Eso ha cambiado. Necesitamos reconocimiento”, insistió Villar. Él es de La Rioja. En su comunidad autonóma en septiembre comienza la formación específica. “A nosotros no nos importa pagar la formación de nuestros empleados. No es un gasto, es una inversión”, destacó Villar. “Acabamos de empezar, la carrera que tenemos ante nosotros es larga. Llevamos muchos años sin reconocimiento, vamos a tardar, pero finalmente vamos a responder a lo que nos piden: mejor pan, más variedad de productos...”

En la jornada también participaron Pilar Varela, la antigua alcaldesa de Avilés y actual directora del Servicio de Empleo. También estuvo Javier Cueli, el director de Enseñanzas Profesionale del Principado de Asturias.

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