Son pocos todavía, pero los peregrinos ya se dejan ver por las calles avilesinas en esta nueva etapa postcovid. De ahí que la “brigada jacobea” de la Policía Local esté ya en activo para servir a los caminantes a su paso por Avilés. Los agentes, que ya realizaron estas tareas en el verano de 2020 y cuentan con formación específica, centran como entonces su tarea en los horarios en los que se registra un mayor número de entradas y salidas de peregrinos en el albergue “Pedro Solís” que gestiona la Asociación Asturgalaica en la avenida de Cervantes. La intención es aumentar el número de agentes destinados a este fin según crezca también el número de peregrinos en la ciudad. Los policías que forman parte de este equipo están formados con la mejor maestra: la cronista local, Pepa Sanz.
Y para Sanz, que lleva más de tres décadas entregada al Camino y es miembro de tres asociaciones impulsoras del mismo, las previsiones son optimistas. Así lo afirma tras participar en Galicia en la cumbre mundial del Academia Xacobea. “El sábado y el domingo ya se expidieron en torno a 450 compostelas cada día. Falta mucho para llegar al número de miles acostumbrado, pero todo se andará, y nunca mejor dicho. Se prefiere ser prudente, porque un brote en cualquier lugar del camino daría con todo al traste”, subrayó. De las expectativas en Asturias puntualizó: “Son francamente buenas”. “Los caminos del Norte empiezan a pegar fuerte y en nuestras manos está atender sus necesidades”.
Avilés ya tiene parte de los deberes hechos. Para servir a estos caminantes está ya disponible la “brigada jacobea”, una unidad informal del cuerpo local de seguridad.
