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La falta de tapones que valen menos de 20 euros deja parada Alu Ibérica durante un día

La producción volvió a San Balandrán ayer a mediodía, tras una ruptura de la cadena de suministros por impagos al proveedor de las piezas

Representantes del comité de empresa de Alu Ibérica, ayer, delante del palacio presidencial. | J. A. A.

La producción de aluminio en la fábrica de San Balandrán, de la empresa Alu Ibérica, quedó interrumpida durante una jornada por la falta de una pieza cuya reparación cuesta menos de 20 euros. Se trata de un tapón de material cerámico que se coloca en las piqueras (agujeros) de los hornos de reciclado de metal que tiene la factoría, los únicos que están en funcionamiento desde que Alcoa (la anterior dueña) paró las cubas electrolíticas. La planta de reciclado puede producir 40.000 toneladas de aluminio a partir de la fundición de “chatarra sucia”, que es como llaman los trabajadores a la que viene con pinturas y lacas, la más barata del mercado. Lo que permite esta instalación, según señalan estos mismos trabajadores consultados, es que “estos productos tóxicos no pasen a los lingotes ni a los tochos porque se quedan en los filtros”. La planta de reciclado, que está muy automatizada, cuenta con menos de una decena de trabajadores adscritos a ella, pero, siendo pocos, producen la parte principal del material que sigue saliendo de la fábrica.

Los trabajadores consideran “inédita” la situación que crearon los nuevos gestores de la compañía, los representantes de la entidad comercial Grupo Industrial Riesgo que controla Víctor Rubén Domenech (que también responde al nombre de David Domenech), que la Policía Nacional detuvo y dejó en libertad a principios de marzo tras la toma de control de sus empresas por agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), un encargo que recibieron de la magistrada titular del Juzgado Central Número 3 de la Audiencia, María Tardón.

La pieza cuya falta obligó a parar la producción es un tapón cilindro mecánico que abre o cierra mientras espera que la “chatarra sucia” se transforme en aluminio líquido. Este abrir y cerrar desgasta la pieza de tal modo que, en su peor estado, podría dejar escapar aluminio líquido a alta temperatura. Así que, cuando se consume su vida útil, es imprescindible cambiar el tapón. Alu Ibérica, la antigua Alcoa, cuenta con un proveedor histórico que este jueves decidió dejar de servir, señalaron fuentes sindicales, “por la falta de pago”. La parada forzosa por falta de tapones se prolongó hasta ayer viernes a mediodía, cuando llegaron algunos reparados. De esta manera, pudo reanudarse la producción. Los impagos de Alu Ibérica son incontables. El Ayuntamiento de Gozón denunció que la empresa no paga ni el impuesto de recogida de basuras.

A la cuarta va la vencida: Adrián Barbón acepta recibir al comité

A la cuarta va la vencida. Una delegación del comité de empresa de la fábrica avilesina de Alu Ibérica arrancó ayer de la oficina del presidente del Principado, Adrián Barbón, el compromiso de hacer hueco en una agenda que había estado ocupada hasta la fecha para ellos y así conocer las consecuencias de crisis del aluminio en las instalaciones de San Balandrán. “Nos han dicho que esta semana que entra nos dirán cuándo nos podremos ver con él”, señaló José Manuel Gómez de la Uz, el presidente del comité de empresa.

“Necesitamos que el Presidente del Principado se ponga al frente y se convoque la Mesa del Aluminio”, señala De la Uz

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El compromiso de Barbón ha tardado en producirse. La concentración de los trabajadores de ayer a mediodía fue la cuarta en lo que va de año. Los trabajadores sólo habían conseguido el apoyo de los grupos de la oposición en la Junta, pero no del Gobierno regional. “Necesitamos que el Presidente del Principado se ponga al frente de este lío y haga por que se convoque la Mesa del Aluminio”, señaló el representante sindical. “Que encabece la protesta nos ayudará a que el Gobierno nacional atienda las reclamaciones que le llegan de Asturias”, añadió.

Los trabajadores de Alu Ibérica consideran que la Mesa del Aluminio –la que se creó tras el acuerdo de compraventa de las instalaciones de San Balandrán de la multinacional Alcoa al fondo suizo Parter Capital y, de estos, a la entidad comercial Grupo Industrial Riesgo– es el órgano capaz de dar respuestas a la grave situación en que se encuentra más de doscientos trabajadores de la aluminera avilesina.

El resumen es sencillo: la fábrica ha reducido a menos del 20% su capacidad de producción (hay días que esa cifra cae hasta cero); la empresa paga mal y tarde las nóminas de sus trabajadores, hay instituciones públicas (como el Ayuntamiento de Gozón o la Autoridad Portuaria) que reclaman deudas contraídas por la empresa que dirige Víctor Rubén Domenech desde mediados de abril del año pasado. Todo esto, además, bajo la lupa de la Audiencia Nacional. La magistrada titular del Juzgado Central Número 3 de Madrid, María Tardón, ha ordenado la intervención de la empresa a través del ejercicio de media docena de auditores del Ministerio de Hacienda.

Y así las cosas, la federación del metal de la UGT emitió ayer un comunicado en el que señala: “La industria electrointensiva, como Alu Ibérica, necesita que el Gobierno actúe de forma inmediata y coordinada junto al Ministerio de Industria y al Ministerio de Transición Energética. Deben legislar medidas de política industrial: una tarifa energética para hacer más competitiva la industria, impulsar una transición energética justa, con un sistema de regulación mercado, que sustituya al sistema de interrumpibilidad, como mecanismo regulador del consumo de luz y que reduzca la tarifa eléctrica”.

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