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La sardina multiplica por cinco su valor en la rula por la proximidad de la fiesta de San Juan

El precio del bonito, que ayer llegó a cotizar a menos de 6 euros, sigue bajando lentamente, y los bancos cada vez están más cerca de la costa

Un hombre asa sardinas en una pasada edición del festival gastronómico de La Arena, que tiene a este popular pescado como protagonista.

San Juan está a la vuelta de la esquina y esto se traduce en que las sardinas experimentarán la demanda más alta de todo el año. Las tradicionales parrilladas de este pescado, habituales en los veranos asturianos, pero más aún en Galicia y en la vecina Portugal, hacen que los precios se disparen. Este fenómeno ya se constata en la rula de Avilés, la que concentra la mayor actividad comercial de Asturias, donde ayer a primera hora de la mañana fueron descargados 18.000 kilos de sardinas que alcanzaron en la cancha de subasta valores comprendidos entre 2,60 y 3,80 euros.

Esto supone que el popular pescado azul, que en estas fechas del año está en plena sazón, ha casi quintuplicado la cotización, pues en semanas pasadas se vino pagando en primera venta a una media de 80 céntimos.

Según fuentes del sector del cerco –el tipo de barcos especializados en la captura de la especie–, “hay sardina en toda la costa asturiana y se pesca sin especiales dificultades en aguas interiores”, esto es, muy cerca de la costa, incluso con las embarcaciones visibles desde tierra. La madrugada del lunes, por ejemplo, barcos asturianos llenaron las redes en aguas próximas a la playa de Salinas, a “tiro de piedra” de la ría de Avilés.

La ventas matinales en la rula avilesina las protagonizaron ocho barcos en total y se estima que estos días faenan en aguas de Asturias casi treinta embarcaciones que tienen a la sardina por objetivo, la gran mayoría con base en puertos gallegos.

Aumento del cupo

España y Portugal han obtenido el visto bueno de la Comisión Europea (CE) para desarrollar un nuevo plan de gestión de la pesquería de sardina en aguas ibéricas del Atlántico, que, según trasladó al sector la secretaria general de Pesca, la gallega Alicia Villauriz, incluye el establecimiento de un tope de 40.000 toneladas de capturas para ambos países. La decisión tomada por las administraciones ibéricas fue fijar una cantidad provisional de 21.000 toneladas para iniciar la campaña el pasado 1 de mayo.

Según Pesca, la novedad de este año es que esas 21.000 toneladas se podrán revisar a partir de junio en base a informes del Consejo Internacional de Exploración del Mar (ICES, en inglés) que “observan claros signos de recuperación” en la especie. Ello podría permitir una revisión al alza de las capturas permitidas, que serían hasta 40.000 toneladas para todo el año.

El reparto con Portugal de esas 40.000 toneladas dejaría a España 13.400, de las que 8.040 corresponderían a las flotas que opera en el caladero Cantábrico Noroeste, es decir, las de Galicia y el resto de comunidades del norte, Asturias entre ellas. Por el momento, los barcos que pescan sardinas tienen un tope de desembarco diario de 2.300 kilos.

La mañana de ayer también fue propicia en la rula para el bonito del norte, especie de la que se subastaron más de 28.000 kilos a precios comprendidos, según el tamaño de las piezas, entre 5,80 y 7 euros. La cotización de la especie sigue bajando lentamente en comparación con los precios marcados en subastas de semanas anteriores. El atún blanco, según los pescadores especializados en su captura, ya se halla a ocho o diez horas de navegación desde Avilés, señal de que sigue su aproximación a Asturias. No obstante, las capturas se producen con cuentagotas.

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