El zafarrancho de limpieza anual en el Centro Niemeyer incluye este verano por primera vez una intervención sobre el lateral Este del auditorio (el que se asoma al polígono de la ría).
Los gestores del Niemeyer, que no son sus propietarios (lo es el Principado), tienen entre sus desempeños, el mantenimiento de las instalaciones que imaginó el arquitecto brasileño. De ahí que todos los años contraten los trabajos de limpieza de edificios tan emblemáticos como la torre mirador o la cúpula.
La operación la realizan trabajadores especializados que rapelan por los ventanales de la torre. A la vez, se pudo ver a limpiadores en lo más alto de la semiesfera. Además, estaban dispuestas las cuerdas para atacar el lateral del auditorio.