A la playa se va sin malos humos. O por lo menos sin el del tabaco, que contiene, solo por facilitar un par de datos, más de 7.000 sustancias químicas, setenta de las cuales son carcinógenas. Asturias estrena verano con catorce arenales en los que se recomienda no fumar, aunque cumplir con la norma dependerá de la comprensión y el civismo de los bañistas. Y es que en estos espacios, debidamente señalizados y que serán objeto de campañas y distintas intervenciones de sensibilización por parte del Gobierno regional, en colaboración con los distintos ayuntamientos, no se multará a quienes enciendan un pitillo: “No cabe en nuestra legislación prohibir fumar en espacios abiertos, por eso se trata de un trabajo didáctico”, explicó ayer en la playa de La Llada, en Castrillón, el jefe del servicio de Salud Poblacional, José Ramón Hevia.
Felicitó en este marco a la alcaldesa, Yasmina Triguero, por la adhesión a la Red Asturiana de Playas sin Humo con tres arenales: Santa María del mar, La Llada y Munielles, con una afluencia de bañistas inferior a la de Salinas, con un millón de usuarios y, por lo tanto, “más controlable” de cara a poner freno al consumo de tabaco.
A estas hay que suma once arenales más libres de humo en la región: Penarronda, en Castropol; La Ribeiría y Santa Gadea, en Tapia de Casariego; Misiego, Miami y El Puntal, en Villaviciosa; los Quebrantos, en Soto del Barco, y Pormenande, Porcía, Castello y Cambaredo, en El Franco. En lo que respecta a Castrillón, Triguero fue contundente: “Nuestro objetivo es llegar a tener nuestras nueve playas libres de humo. Está muy bien comenzar con este proceso de recomendación y sensibilización para que los fumadores entiendan que hay que proteger el espacio medioambientalmente y que el tabaco está fuera de todo uso, también por motivos de salud. Pero la idea es que llegue a ser obligatorio que no se pueda fumar en las playas”.
Y es que el tabaco contamina: tirar una colilla de cigarro puede tener consecuencias para 50 litros de agua potable. Y mata: “No debemos olvidar nunca que, además de la pandemia por el covid, tenemos otras pandemias. En España mueren 50.000 personas cada año por los efectos del consumo del tabaco. Es una epidemia que mata y enferma, por eso todo esfuerzo nunca será en vano y tendrá el valor de contribuir a salvar vidas y salvar la salud de las personas”, manifestó Ramón Hevia, que dio por inaugurada la campaña “Playas sin humo” en una jornada desapacible y sin apenas bañistas en el arenal castrillonense.
Entre el escaso público había mayoría de no fumadores: “Lo normal”. Con el cigarro en mano estaba la avilesina Amor Fernández, que, pese a todo, valoró la iniciativa: “Últimamente parece que los fumadores estamos perseguidos, pero me parece correcto no fumar en la playa. Si nos entran ganas podemos salir y dar un paseo por las inmediaciones”. Parece, pues, que los bañistas están dispuestos a dejar los malos humos lejos de las playas. O, al menos, resignados: en el litoral español hay ya alrededor de medio millar de playas libres de tabaco.
Las 14 playas
- Villaviciosa (3): Misiego, El Puntal y Miami
- Soto del Barco (1): Los Quebrantos
- El Franco (4): Pormenande, Porcía, Castello y Cambaredo
- Tapia de Casariego (2): Santa Gadea y Ribeiría
- Castropol (1): Penarronda
- Castrillón (3): Munielles, El Puerto (Santa María del Mar) y La Llada
Los catorce arenales adheridos a la Red Asturiana de Playas sin Humo cuentan con señalización.