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La avilesina CIMC-Tianda introduce en Oriente Medio la eficiencia energética para aviones

La empresa asentada en La Curtidora desarrolla un proyecto innovador de suministro para que las aeronaves paradas en la terminal tengan luz y climatización

Ángel Fernández y Juan Gallego tras la pantalla en la que controlan uno de sus sistemas de monitorización en el aeropuerto de Venecia. Mara Villamuza

El binomio aviones-eficiencia energética está en el corazón de buena parte de los proyectos que desarrolla la firma avilesina Cimc-Tianda Airport Services, asentada en el centro de empresas La Curtidora, desde el que aborda su proyección internacional en Europa y Oriente Medio, donde instalará un prototipo de eficiencia energética para suministrar energía a los aviones cuando estén estacionados. Pese a la pandemia, ha conseguido abrir delegación propia en Italia y en Holanda.

“Nuestra filosofía no es sólo suministrar servicios de mantenimiento, sino que ofrecemos monitorización con software de control y desarrollamos nuestros propios proyectos de ingeniería para la modernización y reforma de equipos”, explica el avilesino Ángel Fernández, director gerente de la compañía.

La pandemia por covid-19 trastocó parte de sus planes y su expansión, pero le ha dado margen para seguir trabajando en proyectos de futuro que le permita seguir creciendo en un mercado muy competitivo.

Ángel Fernández, gerente de Cimc-Tianda, fue director general de Thyssenkrupp Elevadores al final de una trayectoria de casi dos décadas en esa compañía, ocupando diversos puestos de responsabilidad inc luso en China durante tres años. Fue allí donde conoció a su mayor competidor, la compañía CIMC, que cotiza en la Bolsa de Hong Kong. Cuando salió de Thyssenkrupp, la gran empresa del gigante asiático lo contactó. El objetivo era desarrollar negocios en Europa y Oriente Medio. Con Fernández se fueron cuatro personas de su equipo, y así nació la empresa avilesina en 2018. Ahora ya suman 31 empleos, y una facturación de unos tres millones de euros.

Así que Cimc-Tianda Airport Services diseñó y desarrolló desde Avilés su prototipo para conseguir un sistema de suministro energético a los aviones estacionados y parados que reduce en un 30% el cableado y entre un 15 y un 20 por ciento el consumo de energía. “Cuando uno se sube al avión están las luces encendidas y el aire funcionando. Para eso era necesario tener las turbinas funcionando, pero ahora está prohibido. Nuestro sistema permite suministrar esa energía de bajo consumo con el avión parado”, explicó Juan Gallego, responsable de ventas. Una vez que el prototipo se pruebe y perfeccione en Oriente Medio, se iniciará su venta al resto de aeropuertos de Europa e incluso del mundo. Aunque desde Cimc-Tianda Airport Services se muestran prudentes. “Las proyecciones son muchas, pero aún hay que ser conservadores”.

La pandemia por coronavirus ha supuesto “un frenazo en el sector aeronáutico”, relatan el director genente y su responsable de ventas. “Hasta ahora se han finalizado los proyectos que teníamos en marcha, pero ahora llega el parón. Nosotros vendemos a los aeropuertos, y han estado cerrados, prácticamente sin ingresos, durante año y medio”, explican. Eso se traduce en que “las perspectivas son que hasta 2024 el tráfico aéreo no vuelva a las cifras de 2019”.

La compañía avilesina, que centraba su negocio en el mantenimiento y monitorización de procesos en los aeropuertos europeos y de Oriente Medio, se vio obligada a aplicar expedientes de regulación de empleo y “buscarse la vida” abriendo el abanico de oportunidades. “En esta crisis nos dedicamos a mejorar los procesos con aplicaciones propias, y la eficiencia energética en el mundo aeroportuario va a ser clave, porque el objetivo es avanzar hacia las cero emisiones”.

De Bilbao a Frankfurt y Venecia, monitorizados desde Avilés

Frankfurt, Venecia, Oriente Medio, pero también Bilbao. La presencia de Cimc-Tianda Airport Services se ha expandido en muy poco tiempo por aeropuertos internacionales de medio mundo.

“Ahora estamos centrados en proyectos de eficiencia energética pero seguimos desarrollando sistemas de monitorización y control remoto ampliando el campo de acción a equipos y servicios completos”, explican Ángel Fernández, director gerente de la compañía, y Juan Gallego, jefe de ventas.

La firma asturiana tiene personal propio en el aeropuerto de Bilbao, que se encarga de la conducción de las pasarelas además del control, mantenimiento y reparación de equipos que dar servicio a los aviones mientras están estacionados.

El aeropuerto de Venecia (Italia) es “especial”, porque además de contar con personal en las propias instalaciones, la monitorización se puede realizar en tiempo real desde las oficinas de la compañía asturiana en La Curtidora.

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