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Repunta la demanda de los alquileres de verano y los precios se sitúan en máximos históricos

El importe de los alquileres ronda los 2.000 euros para el mes de agosto, aunque se ofrecen viviendas desde 1.000 a 8.500 euros

Salinas, desde el Museo de las Anclas. | Mara Villamuza

La comarca avilesina está de moda: playas urbanas, salvajes y una montaña prelitoral se dan la mano en una superficie próxima al Aeropuerto de Asturias, desde hace años con acceso por autopista, con paradas de ferrocarril y también pantalanes para embarcaciones de tránsito. Esto se traduce en que cada vez más turistas deciden hospedarse en la comarca avilesina y, como consecuencia, los alojamientos turísticos comienzan a colgar el cartel de “completo” después de un año y pico de parón por la crisis sanitaria. Este fenómeno ha hecho repuntar también los alquileres estivales en casas particulares que se ofrecen, generalmente, en plataformas online. Y, como consecuencia, los precios rozan este año máximos históricos.

Un ejemplo: una casa en Salinas, con vistas al mar y un pequeño terreno, se ofrece por 8.500 euros durante el mes de agosto. Otro: un adosado en San Juan para seis personas la primera semana de agosto se puede conseguir por algo más de 2.000 euros. Salvo excepciones, no obstante, el precio de los alquileres oscila, en general, entre los 1.800 y los 2.000 euros por quincena en agosto, unos 500 euros más que en el verano de 2019.

El coste de los inmuebles depende, principalmente, de su ubicación (cuanto más próximos al litoral, más caros), el tamaño, los servicios comunitarios, derecho a parking y el mes de veraneo: agosto es más caro que julio. Salinas (Castrillón) y Luanco (Gozón) son junto a San Juan de la Arena (Soto del Barco) los municipios con mayor demanda de inmuebles de veraneo. Avilés también ha entrado en el circuito turístico, en lo que alquiler de viviendas se refiere. A la oferta hotelera tradicional –solo en Avilés hay unas setecientas plazas– se suman 139 plazas más entre viviendas de uso turístico y viviendas vacacionales: el Ayuntamiento avilesino tiene registradas a día de hoy un total 21 pisos de particulares destinados a uso turístico que suponen cinco más que en 2020 y otros cinco enmarcados en la categoría vacacionales con 36 plazas más en total.

Turistas en el Museo de las Anclas de Salinas, en Castrillón

Se da el caso también, más llamativo que en veranos atrás, del alquiler de habitaciones en pisos compartidos para disfrutar de unos días de asueto en verano. Más ejemplos. Una habituación en un piso “luminoso y céntrico” de Avilés se ofrece por casi cuatrocientos euros para dos adultos durante la primera semana de agosto. En Fafilán, Corvera, una habitación en una chalé con piscina, también para una pareja y por el mismo periodo de tiempo, cuesta 334 euros y en Luanco (Gozón) 292.

Los motivos principales por los que los usuarios prefieren el alquiler es la libertad que ofrece (68 por ciento), el ahorro en comida (39 por ciento), la privacidad que se tiene frente a otras opciones (30 por ciento), la comodidad (29 por ciento) y que es más acogedor (27 por ciento), de acuerdo a un informe que lleva la firma de un importante foro de viajeros. En la comarca avilesina si bien las inmobiliarias participan en muchas transacciones son frecuentes los contratos entre veraneante y propietario.

La mayoría de las personas que arriendan casas en la comarca avilesina suelen ser turistas asiduos que, generalmente, dejan los alquileres apalabrados de un año para otro. Y que este año regresan con más ganas tras los cierres perimetrales que dominaron los últimos meses por la pandemia vírica. Quienes visitan por primera vez la comarca avilesina buscan, principalmente, alquileres de una semana de duración en zonas próximas a la costa. Los turistas optan en este caso por casas amuebladas de dos habitaciones y, a poder ser, vistas a la playa, según los expertos. Y este año mayoritariamente los turistas son nacionales que prefieren asegurar destino en Asturias, en este caso en la comarca avilesina, en lugar de someterse a PCR y riesgos que encarecen los precios de las vacaciones.

En la comarca avilesina los propietarios de viviendas con fines turísticos saben explotar el territorio: en Avilés es raro que los anunciantes de pisos no mencionen el complejo cultural Oscar Niemeyer. La “belleza” de Luanco (Gozón), el ambiente surfero de Salinas (Castrillón) o la desembocadura del Nalón en La Arena (Soto) así como la oferta deportiva y, sobre todo, cultural de las distintas localidades son otros reclamos que se utilizan para “vender” las bondades de la comarca avilesina, un turismo que cada vez gana más adeptos dentro de la categoría familiar.

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