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El Parque Tecnológico de Avilés, inmune a la crisis del covid, ganó empleo en 2020

El corazón de la I+D+i avilesina, llamada a una próxima expansión, mantiene la tendencia de crecimiento de otras regiones: en torno al 3%

El Parque Tecnológico Isla de la Innovación.

Los parques tecnológicos y los ecosistemas altamente innovadores como el avilesino se han demostrado como entornos resilientes a la crisis derivada de la pandemia avilesina. El empleo total y dedicado a actividades de I+D en las empresas y entidades de los parques científicos miembros de asociación española Apte –de la que también forma parte la Isla de la Innovación– se incrementó en 2020 en un 3,3% y un 2,7%, respectivamente. Y Avilés no abandona esa tendencia, según fuentes conocedoras de la evolución de este área empresarial.

El Parque Tecnológico de Avilés cumplió su primer lustro en 2020 como una comunidad viva, un verdadero ecosistema de conocimiento y desarrollo científico y tecnológico que agrupa a 50 empresas, fundaciones de investigación y centros de innovación, con 854 trabajadores de los que casi 400 se enmarcan en el ámbito de la I+D+i. Y en esos primeros cinco años de vida ha logrado, apoyándose en la capacidad de los centros de investigación que allí se asientan duplicar el empleo en actividades de I+D+i. Desde el área de Desarrollo Económico del Ayuntamiento refrendan ese objetivo de aumentar la capacidad investigadora tratando de atraer nuevas inversiones a la ciudad, pues la investigación atrae talento y el talento genera nuevos ingresos en la llamada economía del conocimiento.

Patentes e inversiones

Precisamente, el pasado ejercicio, los parques tecnológicos españoles acumularon una inversión en actividades de I+D de 1.242,24 millones de euros, solo un 0,3% menos respecto a 2019. Y el número de patentes solicitadas durante el mismo ejercicio aumentó un 10% con relación a 2019, según las cifras de Apte.

En Asturias, las empresas y entidades de los parques dedicadas al sector TIC siguen creciendo y representan el 27% del total. Esa pujanza del sector TIC tiene una traducción directa en el Parque Tecnológico avilesino. Prueba de ello es que el 20% del empleo que generan las empresas tecnológicas asturianas se concentra en Avilés. Tal como informó este diario, el sector está formado por unos 8.000 trabajadores y supone alrededor del 4% del Producto Interior Bruto Regional (PIB) y el 2% del empleo asturiano. Y según las cifras que maneja el Cluster TIC (la asociación sectorial que reúne a las tecnológicas asentadas en la región), más de 1.500 puestos corresponden a compañías asentadas en Avilés. El “buque insignia, sin lugar a dudas”, subrayan desde la asociación empresarial, es la multinacional DXC Technology, asentada en el Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA), que ya ha alcanzado los 1.100 trabajadores.

Otras compañías con gran volumen de puestos de trabajo son Satec, Babel (la antigua Software AG) y Konecta (el Cluster incluye en el sector los “call center” o centros de llamadas). Además, dentro de la red TIC avilesina están también pequeñas y medianas empresas, como Quantobit o Proun, y micropymes, como Girol Consulting, asentada desde hace pocos meses en La Curtidora. “Es muy significativo el peso que Avilés tiene y el que tiene que seguir teniendo, además, para la transformación digital de toda la industria de la comarca”, subrayó el director gerente del cluster TIC, Enrique Jáimez, en su valoración sobre ese peso creciente del Avilés tecnológico. “Todos estos fondos que vienen ahora de la Unión Europea para ayudar a recuperarnos de la crisis, los Next Generation, tienen detrás la palabra digitalización. Hay que digitalizar la industria para que sea competitiva”, abundó el responsable de la asociación sectorial.

Los orígenes

El actual Parque Científico Tecnológico Isla de la Innovación arrancó con tres edificios de oficinas en el PEPA (uno de ellos ocupado por DXC y otros gemelos, aún sin completar y con Babel como inquilino). Konecta se quedó finalmente en unos bajos de Camino de Heros y Satec sigue en el centro de empresas La Curtidora, donde aterrizó en 2007.

El planteamiento hacia futuro pasa por captar para este ámbito nuevas empresas ligadas al sector industrial, transformadoras, capaces de incorporar valor añadido a sus productos y que usen la enorme capacidad de los centros de investigación que ya existen. Ello ofrece un gran potencial tractor para empresas especializadas y otros centros de I+D, además de brindar un enfoque dinamizador para el desarrollo de la investigación aplicada y nuevas tecnologías de la información.

En su primer lustro el área empresarial avilesina generó 509 empleos más que los que existían cuando arrancó el proyecto Isla de la Innovación, en 2015, lo que supone un 60 por ciento más. Son también una decena más de empresas, pasando de 40 a 50 : lo que supuso un “estirón” del 20 por ciento. Y en el empleo el salto también ha sido creciente, frente a los 343 trabajadores de los inicios.

Avilés aspira, además, a consolidarse como un referente en la formación superior de ámbito industrial, preferentemente con el ámbito de másters, postgrados y colaboración con doctorales industriales, con el fin de generar nuevo conocimiento en torno al desarrollo industrial e incentivar el impulso de nuevos proyectos en el suelo industrial que se desarrollará en la ciudad. Para esto, el Ayuntamiento plantea la creación de un Centro Universitario de Especialización Industrial (a ubicar en las naves de Balsera), que dispondrá de aulas destinadas a la formación industrial superior con la colaboración de la Universidad de Oviedo, así como de las empresas del sector.

De lo que ha sido hasta ahora el Parque Científico y Tecnológico de Avilés dan buena cuenta las cifras de estos primeros cinco años de vida pero también el hecho de haber comenzado con unas infraestructuras, unas empresas y unos centros de investigación que generaron marca de ciudad y que hoy se venden hacia fuera, como presentación del “Avilés del futuro”. De lo que queda por delante cabe fiar buena parte del próximo desarrollo empresarial de la ciudad al proyecto que Sepides tiene en marcha en los antiguos terrenos de Baterías. Las bases, por el momento, se presentan sólidas.

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