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Un chequeo a los tres mayores parques avilesinos aconseja talar 43 árboles

El compromiso municipal es plantar dos ejemplares por cada uno que se elimine | La zona verde con más unidades dañadas es La Magdalena

Una pasada tala en el parque de Ferrera motivada por los daños que causó un temporal. | Mara Villamuza

Un total de 43 árboles de los tres parques avilesinos más grandes y concurridos no pasan la “prueba del algodón”; es decir, no están en condiciones de seguir en pie porque tienen daños o enfermedades que ponen en peligro su estabilidad. Esta es la conclusión a la que han llegado los expertos botánicos que realizaron, a iniciativa del Ayuntamiento, un estudio sobre el estado de las masas arbóreas de los parques de Ferrera, El Muelle y La Magdalena. No obstante, la mayor parte del arbolado analizado en los tres grandes parques de Avilés presenta un nivel de riesgo “bajo”, según el estudio que elaboró en los últimos meses la empresa Tecnigral por un importe de 19.647 euros.

Se chequearon en concreto 158 ejemplares, del total de 1.188 con los que cuentan estas tres zonas verdes, que fueron previamente seleccionados en función de su estado de conservación por los servicios técnicos municipales. La zona verde con más árboles condenados a la tala es La Magdalena, donde 29 ejemplares no han superado el examen. Como contrapartida a la tala, el Ayuntamiento tiene previsto plantar por cada árbol eliminado dos nuevos.

Los árboles examinados se ubican en los parques del Muelle (14), Ferrera (72) y La Magdalena (72). De ellos, el 58,23% (92 árboles) han recibido una valoración global de riesgo de nivel “bajo”, mientras que sólo el 4,43% (7 árboles) cuenta con un nivel de riesgo “alto”. El 37,34% restante (59 árboles) cuenta con un nivel de riesgo “moderado”.

La categorización del riesgo se realizó mediante las matrices de valoración de la International Society of Arboriculture, que toman en consideración la diana (zona en la que personas o bienes puedan verse afectados en caso de fallo estructural y caída), la probabilidad de fallo, la relación entre tamaño y altura y las consecuencias del fallo. Los datos de cada árbol inspeccionado se han recogido en una ficha digitalizada, acompañada por un mínimo de seis fotografías y un plano de localización del ejemplar.

El estudio dota al Ayuntamiento de Avilés de un instrumento para analizar situaciones de riesgo y sus causas, así como para eliminar o reducir el riesgo en todos aquellos campos donde sea razonablemente posible y conseguir de esta manera que el entorno de los tres parques sea aún más seguro. Según explicó el concejal de Medio Ambiente, Pelayo García, “conocer de primera mano el estado en que se encuentran los árboles y sus características es fundamental para poder realizar una planificación en cuanto a su gestión y mantenimiento y, por supuesto, reducir al máximo posible los niveles de riesgo ligados a la presencia de árboles de gran porte, hasta unos límites aceptables”.

Para cada árbol “problemático” se plantea una propuesta de actuación concreta y un plazo para la realización de la misma. El 45,57% de los 158 ejemplares analizados (72) requerirán de revisiones periódicas, 43 deberán ser objeto de tala y once experimentará acortamiento de sus ramas. Se eliminarán ramas secas en ocho, se reducirá de manera puntual la copa de siete, se instalará un sistema de sustentación artificial mediante cableado en siete más y se eliminarán ramas en seis. Por último, se llevarán a cabo reducciones periódicas para mantener rebajados tres ejemplares y se desplazará la diana de un árbol.

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