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Concejos

Las dunas del Espartal se recuperan tras los temporales de 2014

Un estudio de la Universidad de Oviedo constata que la sedimentación vuelve a su cauce: “Con una buena gestión se producen cambios”

Acordonan la zona próxima al polémico “surfeo” de dunas

La costa asturiana ha sufrido más temporales fuertes de olas durante el siglo XXI, posiblemente vinculados al cambio climático, y estos han dejado su efecto en la erosión de la costa asturiana y, de forma más específica, en los campos dunares, con un retroceso de hasta 40 metros en 2014. Ahora bien, el estudio firmado por Germán Flor-Blanco, German Flor y Carmen Flores-Soriano, de la Unviersidad de Oviedo; Javier Alcántara-Carrió, de la Universidad Autónoma de Madrid y Derek Jackson, de Universidad del Ulster, revela que tras las tempestades más severas de los años 2013 y 2014, “no ha habido temporales tan fuertes y los campos dunares se recuperan. Rodiles (Villaviciosa) es espectacular, está creciendo muchísimo”, sostiene Flor.

Las dunas del Espartal de Salinas, también analizadas en el proyecto, siguen la misma tendencia que las demás, siempre y cuando los usuarios respeten la zona, precisan los expertos. “Todas las dunas tienden a la recuperación, pero para ello es necesario una reordenación, evitar los pasillos para que no se produzca erosión, acordonar alguna zona...”, opina el geólogo.

Para la elaboración de este estudio, el equipo multidisciplinar de las universidades de Oviedo, Autónoma de Madrid y Ulster, analizó los cambios geomórficos de 15 campos dunares asturianos durante el periodo 1992-2014: en Peñarronda, Mexota, Serello, Navia, Frejulfe, Barayo, Otur, Quebrantos, Salinas-El Espartal, Xagó, Carniciega, Rodiles, La Isla, La Espasa y Vega, separando los que ya tienen influencia por el hombre y los naturales.

Flor reitera que “con una buena gestión, los campos dunares se recuperan por naturaleza. Para ello, se necesitan asesores como ocurre en Baleares o Huelva. Ahí sí tienen en cuenta a los geólogos”, concluye. Otra cuestión importante, aparte de la sedimentación que hace que la duna crezca, es la flora que habita en ella y que es exclusiva de ese terreno.

“A veces las tareas de limpieza de las playas no se realizan bien. Hemos visto a los operarios arrancar con los rastrillos toda la vegetación y muchos coches aparcan encima de las dunas. Son territorios protegidos por ley europea”, reivindica Germán Flor Blanco.

La investigación, publicada en la revista ‘Geomorophology’, señala que, tras los temporales de 2013 y 2014 se produjo la erosión más severa. Sin embargo, no se han detectado fuertes tempestades desde entonces y las dunas continúan recuperándose gracias al proceso natural de sedimentación.

“También hemos observado la subida del mar a través de la medición de las boyas. Sube unos 2-3 milímetros por año”, señaló Flor Blanco, geólogo de la Universidad de Oviedo y uno de los autores del estudio.

Además, después de la polémica con la práctica de algunos espontáneos que “surfeaban” las dunas del Espartal, el gobierno castrillonense ha optado por acordonar la zona y señalizarla con carteles explicativos (en la imagen). “Se acordonaron este lunes y estaba previsto”, señaló el concejal de interior, Javier González. La zona permanece cerrada al tránsito peatonal para evitar la erosión y para que el terreno mantenga los cauces naturales y se recupere a través del proceso de sedimentación, como señalan los estudios de los geólogos.

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