A la vista de la selección de 108 portadas de LA NUEVA ESPAÑA de Avilés que componen la exposición inaugurada hoy en el palacio de Valdecarzana con motivo del 30º aniversario del nacimiento de la edición avilesina del periódico la alcaldesa, Mariví Monteserín, significó que la ciudad “vivía hace treinta años en blanco y negro” y que, al igual que el periódico empezó a imprimirse en color en la década de los años ochenta fruto de los avances tecnológicos, “Avilés ha pasado a ser un sitio colorido gracias a las profundas y variadas transformaciones que acometió en estas tres décadas”. Es más, la Alcaldesa se mostró convencida de que “ningún otro territorio asturiano ha sufrido tantas y tan profundas transformaciones en estos años como Avilés”.

La subdirectora general de LA NUEVA ESPAÑA, Ángeles Rivero, que fue jefa de la edición avilesina del periódico en la etapa 1998-2005, incidió en la misma idea –la de los cambios experimentados por la comarca de Avilés y contados en las páginas de este diario– al evocar su llegada a una ciudad “con palacios arruinados, una ría contaminada e inaccesible y muchas tareas pendientes”. A este respecto, compartió una anécdota de aquellos tiempos: al trascender su traslado a Avilés como jefa de la edición del periódico, un compañero de redacción le dijo irónicamente: “Que te diviertas en esa ciudad de bonitos colores”. Rivero remachó recalcando que, efectivamente, “en eso se ha convertido Avilés: una ciudad luminosa y colorida”.

La primera visita a la exposición que resume 30 años de trabajo periodístico en la comarca avilesina se desarrolló condicionada por el protocolo sanitario, con un límite de aforo de veinte personas para evitar aglomeraciones. Acudieron, entre otros, los seis alcaldes de la comarca –el mismo territorio que forma el área de distribución de la edición avilesina de LA NUEVA ESPAÑA–, representantes del sector empresarial y del comercio de la comarca, la Cronista Oficial de Avilés, Josefa Sanz; y en nombre del Gobierno de Asturias, la consejera de Derechos Sociales, Melania Álvarez, quien además de recordar su paso como periodista en prácticas en la redacción de Avilés de LA NUEVA ESPAÑA –fue en 2004– valoró “la importancia de la colaboración entre los medios de comunicación y los poderes públicos para sumar y alcanzar metas, más si cabe en estos tiempos convulsos”.