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Ingenio, solución de marineros

La necesidad y la falta de medios de los marinos del siglo pasado protagonizan la nueva exposición del Museo Marítimo

Pilar Carrasco, del Museo Marítimo y el alcalde de Gozón, Jorge Suárez, ayer en la inauguración. Al lado, uno de los artilugios de la exposición Carla Menéndez

Acercar la realidad de los marinos de las costas asturianas del siglo pasado es el objetivo de la última exposición del Museo Marítimo de Asturias, en Luanco, que abrió ayer, hasta el próximo 30 de septiembre. La muestra presenta diferentes artilugios, hechos a mano con materiales sobrantes, que dan cuenta de cómo la necesidad y la falta de medios dieron lugar a soluciones ingeniosas entre los hombres de la mar. Materiales como el hierro, el plomo o el acero eran demasiado caros para los bolsillos de los marineros, así que debían reciclar todo lo aprovechable para fabricar útiles con los que poder trabajar. Así, con zuecos de madera o madreñas, cosidos a gomas de ruedas de coche, hacían una especie de botas de agua. También impermeabilizaban de forma artesanal sus trajes de trabajo o elaboraban anclas, a base de ramas y piedras.

Ingenio, solución de marineros

Esta fue su forma de fabricar herramientas hasta que en los años 50 llegó el nylon, provocando un fuerte cambio, explicó Pilar Carrasco. Este material, duro, que no se pudre y que resultó ser muy versátil, mejoró su forma de fabricar herramientas. Y lo mismo ocurrió cuando en la década de los 70 apareció el plástico, revolucionando la forma de elaborar útiles.

A pesar de los avances en los materiales, abundó la experta, los marineros siguieron reciclando todo cuanto podían. Prueba de ello es la fabricación de baldes, hechos con una caja de plástico y asas de nylon, como se puede observar en la muestra. Hacían lo que podían con lo que tenían, y no era ni mejor ni peor, era útil; servía para lo que era fabricado.

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