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El sector lamenta el fin de la costera de bonito: “Es la campaña que nos da oxígeno”

Los profesionales advierten de que la flota “no tendrá a que ir sin cuotas” | Los expertos proponen planificar la campaña del atún blanco

Pescadores descargando bonito fresco del norte en la rula de Avilés. | Ricardo Solís

Con los mejores bonitos del norte nadando cerca del litoral asturiano, los 55 barcos de la flota asturiana que participan en la costera del bonito deberán recoger aparejos y regresar a puerto por el consumo de la cuota administrativa implantada para esta campaña de acuerdo al sistema de reparto establecido por la Unión Europea, que para los buques de pabellón español era de 17.397 toneladas. En los próximos días solo se podrá subastar el bonito capturado antes de la medianoche del domingo. Y los pescadores ya han puesto el grito en el cielo. “El cierre de la campaña, la más corta de la historia reciente, es una faena por diversos motivos. El principal, económico: la del bonito es la costera que más oxígeno da a la flota asturiana”, según Adolfo García, presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores. Otra razón de peso para mantener la pesquería abierta, a su entender: “Hay muchos barcos que, ahora, no van a tener a qué ir ante la escasísima cuota de otras especies”. No en vano ayer mismo cerró también otra de las pesquerías importantes para la flota asturiana: el Ministerio prohibió la captura del bocarte al agotar la flota nacional las 26.543 toneladas asignada. “Otro varapalo”, alertan.

Los expertos, en lo que afecta al bonito, reconocen que valen poco los lamentos ahora que el Ministerio de Pesca ya ha emitido la resolución de la Dirección general de Ordenación pesquera y acuicultura por la que se estable el cierre de la pesquería del atún blanco del norte, que también afecta a las modalidades de pesca marítima de recreo y deportiva. “Disfrutan de la cuota dos artes, cacea o curricán y tanqueo o cebo vivo. Un barco de tanqueo puede pescar en un día 30.000 kilos y uno de cacea necesita, como mínimo, veinte días para tener esas capturas. Hay un desequilibrio entre unos y otros, los dos tienen el mismo derecho, pero debería haber cierta planificación y reparto de la cuota antes de comenzar la campaña”, defiende el gerente de la Nueva Rula de Avilés, Ramón Álvarez.

A su modo de ver, hay otra parte que también se presenta como “gravemente perjudicada” por el cierre de la pesquería de bonito: la comercializadora. “Estas semanas son las idóneas para vender. El bonito que se captura ahora es el de mejor calidad porque es el que más componente de grasa tiene y, culinariamente, es el más apetitoso”. A juicio de Álvarez, con este cierre se beneficia a los pelágicos franceses e irlandeses “que están pescando a sus anchas”. “Están poniendo puertas al mar, por decirlo de alguna manera. En la rula estamos satisfechos desde el punto de vista de los números, pero estamos disconformes con que se agote ya la cuota. Además, los barcos de palangre, volanta y artes menores apenas tienen cuota para seguir trabajando: lo que están haciendo es contra natura, no es de sentido común, más aún si se tiene en cuenta que el ecosistema marino aconseja dedicarse a especies migratorias, como es el bonito, para que, entre tanto, se regeneren otras especies”, concluye Álvarez, en consonancia con las palabras de Adolfo García, de la Federación.

Con esta, ya son varias las campañas seguidas en las que durante el mes de junio se localizaron bancos de cardúmenes de bonito del norte en pleno Golfo de Vizcaya. Anteriormente esta circunstancia no se producía hasta bien entrado el mes de agosto, e incluso hubo campañas anteriores, como las del 2016 y 2015, en las que el sentido de las migraciones se produjo desde aguas de las Azores hacia el norte, por lo que la presencia de cardúmenes en el Golfo fue mínima. La previsión es que en Avilés entren bonitos del norte frescos hasta aproximadamente el jueves de la próxima semana si bien los barcos no podrán capturar desde la medianoche de este domingo.

“Los que están en la mar aprovecharán hasta el último minuto para pescar”, apunta Adolfo García, que representa a un sector que encara los últimos meses del año con incertidumbre. Faltará en la última subasta de la costera el “Esmeralda III” gobernado hasta hace apenas unos días por el farriego Fidel Álvarez Garaot, apodado por sus colegas como el “rey del bonito”, por ser desde hace años uno de los primeros en desembarcar bonito en Avilés. Falleció el 29 de julio por causas naturales en plena campaña cuando navegaba cerca de la Bretaña francesa.

El precio del “rey del verano” roza los 4,20 euros en la rula, que registra menos descargas

El bonito del Norte se ha subastado este año en la rula avilesina a 4,20 euros de media, veinte céntimos por encima del precio medio por kilo registrado en 2020. Lo que bajaron levemente fueron las descargas a falta del cierre definitivo de los cuadrantes en la lonja local: la previsión es finalizar la costera con 1.300.000 kilos, aproximadamente cien mil menos que el año pasado. La razón es que este verano las descargas se diversificaron por diferentes puertos al estar los puntos de pesca muy repartidos: “Este año muchos barcos se fueron a sus puertos base en lugar de venir a Avilés por una cuestión de proximidad. Nosotros estamos satisfechos, pero lamentamos el cierre tan prematuro de la costera de bonito”, apuntó el gerente de la Nueva Rula de Avilés. El año pasado, los también 55 barcos de la flota asturiana que participaron en la costera del bonito descargaron, en conjunto, 986.716 kilos, cantidad que duplicó con creces la que cosecharon tres años atrás; los 426.142 kilos de 2017. Estas 986 toneladas reportaron unos ingresos en lonja de 3.937.000 euros, un 11% más que en la costera del año anterior, un ejercicio también bueno con 913.889 kilos y unos ingresos de 3,55 millones de euros. El buen resultado de la campaña de 2020 para la flota asturiana despejó los temores que al inicio de la costera había en el sector respecto a que la pandemia provocara un hundimiento de los precios. No fue así, sino que los precios medios se mantuvieron igual que en 2019. Este año se mantuvieron, pero la cuota se ha quedado escasa para un sector que tiene en el bonito su flotador económico.

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