La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pacientes de cirugía ortopédica, los más afectados por la lista de espera en Avilés

Un total de 2.437 enfermos aguardan para entrar al quirófano en el Hospital San Agustín, las otras víctimas de los efectos de la pandemia

El Hospital Universitario San Agustín de Avilés.

Son las otras víctimas de la pandemia, las víctimas ocultas. Así se refieren anestesiólogos y cirujanos a esos pacientes quirúrgicos no covid que han visto este último año y medio pospuestas sus intervenciones por falta de camas en las unidades de críticos y el cambio de uso a UCIs de las unidades de reanimación: hasta el 70% de las cirugías han sido canceladas en los picos de la pandemia en la red del Sistema Nacional de Salud. En el Hospital Universitario San Agustín, buque insignia del área sanitaria avilesina, con unas 155.000 cartillas, la lista de espera quirúrgica también ha aumentado en casi todas las especialidades, que suman, a 30 de junio, 2.437 personas en espera estructural; es decir, enfermos que se encuentran en situación de ser intervenidos quirúrgicamente y cuya espera es atribuible a la organización y recursos disponibles. El tiempo medio de espera para estos pacientes es de 95 días; el máximo, de 363 días.

El servicio de Traumatología es, de todos, el que sufre mayores demoras y, dentro de éste, los pacientes pendientes de prótesis de cadera y rodilla los que padecen tiempos de espera más largos: 353 días de tiempo máximo, casi un año. Se trata de cirugías muy demandadas y cuyo retraso genera un deterioro importante en la calidad de vida de los afectados. Le sigue muy de cerca el servicio de Urología, donde hasta 42 enfermos están a la espera, por ejemplo, de una hiperplasia benigna de próstata (agrandamiento de la próstata), con una espera máxima de 351 días. Rondando los 300 días de demora máxima están también los enfermos pendientes de cirugía de hernia inguinal, colelitiasis (cálculos biliares en la vesícula biliar) o varices.

Detrás de las listas de espera ahora engordadas en comparación con 2019 –el Principado interrumpió la publicación de los datos de lista de espera en febrero del año pasado–, está la pandemia por el nuevo coronavirus. En estos meses la prioridad fue liberar espacios de críticos (UCI). Los anestesistas, a su vez, pasaron a trabajar como personal de estas UCI y buena parte de los cirujanos ayudaron a evitar el colapso de los internistas. Los quirófanos que permanecieron abiertos se dedicaron a casos urgentes, prioritarios, y a procesos oncológicos que no entienden de listas de espera.

Tal y como avanzó LA NUEVA ESPAÑA, el año pasado se hicieron 15.000 operaciones menos de las que se habrían realizado en un año sin pandemia. La gerente del Sespa, Concepción Saavedra aseguró el pasado mayo que solo en los últimos cinco meses la lista de espera se incrementó en casi 3.000 pacientes más, debido precisamente a que la segunda y tercera ola del coronavirus en la región fueron las que más tensionaron a los centros hospitalarios, con muchas camas ocupadas por pacientes covid –muchas de ellas de la UCI– que hacían imposible mantener una programación normal de intervenciones.

En Avilés, en otro orden de cosas, la demora media de consultas externas alcanza los 54 días en el Hospital Universitario San Agustín entre los 22 servicios médicos existentes, según datos facilitados por Salud y correspondientes, en este caso, al pasado mes de mayo. Si bien de 2020 no hay cifras oficiales, la comparación con 2019, año prepandémico, indica que la demora media ha aumentado en casi cinco días.

Por especialidades, la que ocupa el primer puesto del ranking de espera en consultas externas es Urología, con unos 700 pacientes en cartera y una demora media de 94 días; es decir, los pacientes deben esperar algo más de tres meses para ser citados para una consulta. Le sigue Dermatología, con más de 1.570 enfermos, y una demora media que roza los tres meses. Y Rehabilitación, con 63 días, ocupa el tercer puesto en esto de las esperas. En estas tres especialidades se da el cóctel perfecto: alta demanda e importante dificultad para cubrir las vacantes, una característica, esta última, que no es única del Hospital San Agustín y que trae de cabeza a los responsables sanitarios del país.

Compartir el artículo

stats