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Mecatrónica, robótica, big data y trabajo en equipo: así será el metalúrgico 4.0

La industria asturiana reclama personal con capacitación técnica en digitalización y automatización, pero también con cualidades personales

Especialistas rebajando una soldadura en el interior de un fuste de torre eólica de Windar. | Miki López

La industria del metal carece de personal con la formación y las aptitudes que empiezan a requerir las empresas para abordar los nuevos proyectos relacionados con la transición energética. Metaindustry4, el clúster de innovación de la patronal del sector (Femetal), ha realizado un estudio con las compañías del sector para determinar cuáles son las competencias formativas, profesionales y personales que ya empiezan a demandar y no encuentran. ¿Cuál es entonces el perfil del metalúrgico 4.0, y del cada vez más próximo 5.0? La automatización (mecatrónica y robótica) y la digitalización son dos elementos clave para mejorar la productividad, la eficiencia y la competitividad internacional. Pero, además, también se reclama una actitud personal proactiva, con capacidad para resolver problemas y trabajar en equipo.

Pese a que la industria metalmecánica es una de las áreas de fabricación que ofrece buenas oportunidades de empleo, requiere un perfil de profesionales que incorporen nuevas competencias y habilidades en su formación inicial, pero que mantengan el aprendizaje a lo largo de su vida laboral. Desde la patronal Femetal se remarcó que “es muy importante que tengan una sólida comprensión de los sistemas de salud y seguridad en el centro de trabajo”.

A partir de este principio de responsabilidad personal y colectiva, se empiezan a añadir elementos en el ámbito de las competencias técnicas, como la adquisición de conocimientos para interpretar planos, para programar y configurar máquinas de control numérico, y realizar tareas de control de calidad y mantenimiento básico (conocido por las siglas TPM).

Pero el metalúrgico del futuro que ya reclaman las empresas debe tener además habilidades personales. Por ejemplo, capacidad para la resolución de problemas, saber trabajar en equipo y tener una actitud proactiva, fiable y responsable.

El estudio realizado por Metaindustry4 relaciona las competencias técnicas y personales detectadas por las empresas del sector metalmecánico como la gran brecha a subsanar, para lo que “sería recomendable diseñar y desarrollar acciones formativas adicionales”, además de actualizar los currículum actuales. A partir de ahí, se relaciona cuál sería esa formación novedosa que se necesita en todas las categorías laborales, desde el personal directivo hasta el último implicado en la cadena productiva.

Por ejemplo, en el caso de las competencias técnicas de un directivo de la industria debe incluir el procesamiento de datos y su interpretación para buscar soluciones y/o realizar propuestas innovadoras. Es lo que se conoce como big data. Debe saber también de ciberseguridad, de movilidad digital, y utilizar herramientas colaborativas.

Pero no solo eso. El directivo del futuro debe saber adaptarse rápidamente a los cambios, tener capacidad de aprender, de análisis y de resolución de problemas, creatividad y saber planificar y gestionar bien los tiempos. Al staff y a los mandos intermedios se les presupondrán, además, dotes de liderazgo.

La automatización, la robotización, ciberseguridad, la fabricación aditiva (3D), la realidad virtual y aumentada, la inteligencia artificial, la mecatrónica y otras muchas competencias digitales y de robotización se le exigirá a quienes quieran dedicarse a la industria, bien en la ingeniería, la producción, en el diseño, en mantenimiento, en logística o en el ámbito comercial y de marketing.

La patronal del metal entiende que se debe “favorecer un mayor dinamismo en la oferta formativa para tratar de avanzar hacia un mayor nivel” tanto en competencias técnicas como en las habilidades personales. Para ello plantea, por ejemplo, la posibilidad de implantar grados abiertos en la Universidad, de tal manera que se puedan combinar materias. También propone impulsar programas para el fomento de nuevas vocaciones en el ámbito del metal.

Ante el panorama innovador que se plantea para la industria asturiana y las necesidades que se han detectado, Femetal también propone que el Servicio Público de Empleo del Principado (Sepepa) incorpore especialidades que demandan las empresas tanto para formar a personas ocupadas como para quienes buscan empleo. Así, se podrían impartir, por ejemplo, temáticas digitales y técnicas de competencias personales. Y no solo eso, también anima a fomentar la actualización de los certificados de profesionalidad.

Desde la patronal Femetal, la Formación Profesional (FP) y el Principado han iniciado un proceso colaborativo para avanzar y atender las demandas de la industria. Las prioridades pasan por actualizar cuanto antes a los docentes y adaptar la oferta formativa utilizando para ello la comunicación directa y el trabajo conjunto con grandes empresas, que luego traccionarán de las pymes.

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