Concejos

El joven apuñalado en Salinas, ya fuera del hospital, no recuerda apenas lo ocurrido

La creciente inseguridad en la localidad castrillonense preocupa al vecindario, que vincula los incidentes con una pandilla juvenil avilesina

Jóvenes en el paseo marítimo de Salinas.

Jóvenes en el paseo marítimo de Salinas.

Francisco L. Jiménez

Francisco L. Jiménez

Salinas

El joven de Salinas agredido la madrugada del pasado jueves con algún tipo de arma blanca cuando volvía a casa a eso de las 5 de la mañana ya ha sido dado de alta en el Hospital San Agustín, señal de que, afortunadamente, sus lesiones no son tan graves como pudo parecer en un primer momento. El chaval aprovechó el abandono del centro hospitalario para pasarse ayer por el cuartel de la Guardia Civil de Salinas y poner denuncia del ataque del que fue objeto.

Desgraciadamente para los agentes que se encargan de la investigación, el joven apenas recuerda nada de lo ocurrido. Según explicó, había estado reunido con más jóvenes y había bebido alcohol –el miércoles hubo botellón en Salinas–, lo que unido a lo inesperado del ataque, le impidió hacer una descripción clara de sus atacantes (posiblemente dos personas) e, incluso, de la mujer que supuestamente estaba siendo objeto de un intento de robo y en cuya defensa, al parecer, trató de intervenir.

Sí que se aclaró un detalle referido al lugar del ataque: no fue en la calle Carmen como trascendió inicialmente, sino en una zona más próxima al Museo de las Anclas de La Peñona (el lugar donde se concentran a altas horas los participantes en los botellones). A la calle Carmen, al parecer, fue a donde llevó al apuñalado una tercera persona que le auxilió, la misma que llamó al 112 para pedir la presencia de sanitarios y fuerzas de seguridad. Al llamamiento respondieron tanto la Policía Local de Castrillón como la Guardia Civil de Piedras Blancas.

El apuñalamiento de este joven se une a un carrusel de incidentes que tiene en estado de alarma a la población de Salinas, especialmente a los jóvenes. En pleno verano, con la localidad atestada de gente y siendo frecuente la organización de botellones nocturnos en el entorno de la playa, se ha identificado la presencia habitual en esos escenarios de ambiente juvenil de una pandilla de chavales avilesinos que, en palabras de una testigo, “increpa, amedrenta, provoca, manosea y roba” a víctimas propiciatorias que están de fiesta.

Los miembros de dicha pandilla son, en teoría, viejos conocidos de las fuerzas de seguridad avilesinas pues antes de hacer de Salinas su campo de operaciones se dejaron ver por Sabugo y el Carbayedo, y siempre con el mismo resultado: altercados y “mal rollo”. En sus andanzas por Salinas, según el testimonio facilitado por una vecina de la localidad a este diario “tocan el pelo a las chicas, vociferan, insultan y no dejan de buscar lío en todo momento”. También, añade la testigo, “muestran navajas y han llegado a amenazar con ellas para que les diesen móviles u otros objetos”.

Otra práctica detectada en Salinas en los últimos días y que se enmarca en el deterioro generalizado del buen ambiente nocturno en la localidad tiene que ver, según ha podido saber este diario, con la presencia de un coche rojo a bordo del cual viajan varios jóvenes con las caras cubiertas con caretas “de meter miedo”, tipo lobo o payaso siniestro. “Más de un buen susto han dado a personas desprevenidas”, asegura una testigo.

Consciente de este clima de inseguridad, la Guardia Civil decidió realizar anoche un despliegue sin precedentes en Salinas de la Unidades de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic) de Gijón, cuyos agentes son popularmente llamados “antidisturbios”. El objetivo del operativo era vigilar la zona de ambiente, dispersar posibles botellones multitudinarios y, si fuera el caso, practicar detenciones en caso de observar comportamientos delictivos. Todo con tal de restituir la paz nocturna en una de las principales villas turísticas de Asturias.

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