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Más industria e identidad cultural

Carlos Guardado llama a apostar por los productos autóctonos y Béznar Arias añora el auge musical de las últimas décadas

Carlos Martínez Guardado, Abelardo González y Béznar Arias, en la exposición. | M. Villamuza

Treinta años dan para mucho y más aún en las últimas tres décadas, que coinciden con la vida de la edición de LA NUEVA ESPAÑA de Avilés y Comarca. “El que olvida su historia está condenado a repetirla”, afirma el gastrónomo Carlos Martínez Guardado, que percibe “errores” en todos estos años como la imposibilidad a dar soluciones a los accesos a Avilés, aunque también ve grandes avances en la ciudad como la apuesta por el turismo y la demostración de que el ocio tiene un gran potencial como se ha observado en los últimos tiempos.

Guardado admira la muestra de LA NUEVA ESPAÑA en el palacio de Valdecarzana y afirma que la exposición es un buen ejemplo del cambio de la sociedad con respecto a las nuevas tecnologías. Lo ejemplifica con dos sucesos: el parricidio de La Peñona de 1991 y el trágico accidente de autobús en la entrada a Avilés en septiembre de 2018. “Del primero, todos nos enteramos al día siguiente, y del último, a los cinco minutos de haber sucedido”, comenta Guardado, que hace un análisis similar del uso del blanco y negro y del color en las portadas. Pero al margen de las nuevas tecnologías y cuestiones cromáticas, lo del gastrónomo avilesino es el ocio, lo mismo que le ocurre a Abelardo González, presidente de “Sabugo ¡Tente firme!” y del festival folclórico y al productor musical y promotor de “La Mar de Ruido”, entre otros eventos, Béznar Arias. González defiende que “en Avilés cambió todo” en lo estético, habla de las peatonalizaciones “que al principio nadie las quería”, de la instalación de un hotel de cinco estrellas en la ciudad –“Algo impensable hace años”– y de un “Niemeyer que iba a ser increíble y del que debería haberse sacado más partido”. Arias se sube al carro del Niemeyer y lo define como “un punto de inflexión cultural” en la ciudad. Tras elevarlo a los altares por la época de Brad Pitt, Kevin Spacey y otros, el promotor lamenta su deriva. “Me da igual el dinero que costara todo aquello, fue lo más importante del siglo para Avilés”, afirma tras repasar portadas con las que LA NUEVA ESPAÑA de Avilés y Comarca conmemora sus 30 años en este territorio.

Como lo suyo es la música, Arias tiene grabadas en su cabeza dos imágenes del fotoperiodista de este diario Ricardo Solís de “La Mar de Ruido”. En la primera salían Luz Casal, Jackson Browne y Chris Barron “algo difícil de repetir” y la segunda, la gira de despedida de “Nuberu”, ambas en el parque del Muelle. “Norte Sur” –su productora– cumple 27 años y también en aquellos primeros años noventa florecían los primeros bares de conciertos de rock, hoy desaparecidos, el Cactus y el Don Floro, recuerda Béznar.

Cambiando de tercio y también vinculado con la industria del ocio, González pone de relieve la importancia de los premios “Sardina de Oro”, que entregaba su colectivo y que trajo a Avilés al entonces Príncipe y a la reina Sofía, entre una larga lista de personalidades de primer línea.

Paso a paso, los tres avilesinos vinculados a la cultura del ocio, cada uno en su área, repasan los cambios producidos en una ciudad “que podían ser mucho más” y se dejó llevar por la modernidad. “Las entradas de Avilés están casi igual ahora que hace treinta años y ahora, pronto van a peatonalizar la plaza de Pedro Menéndez; no sé si será como la otra vez que hubo quejas de los comerciantes y luego generó beneficios para todos, ojalá sea así”, manifiesta el presidente de “Sabugo ¡Tente Firme!”, que también lamenta de nuevo “lo que pudo ser el Niemeyer”. “Hay una cosa buena que tiene Avilés y es que se mantienen las tradiciones y el público las respeta y es más, cada actividad tiene su público”, continúa Abelardo González, mirando a Béznar Arias, quien a su vez recuerda cuando el centro cultural de la ría albergó conciertos de artistas de la talla de Eric Burdon, la voz de “The Animals” o a John Mayall. Ambos vinieron de la mano del productor avilesino, años después de que la sala Quattro supusiera un “boom” para el panorama rock y heavy internacional en la década, también de los noventa.

Arias recuerda el casco histórico de Avilés “abandonado”. “Ahora sigue estándolo porque podría estar mucho más guapo y sacar mucho más a la luz la importancia que tiene”, manifiesta tras defender casi a la vez que González que el soterramiento de las vías, un asunto que colea, también desde hace décadas, sigue ahí. “No sé si lo veremos algún día”, afirman.

Martínez Guardado habla de gastronomía. Piensa que en tres décadas ha cambiado poco en Avilés. “Cambió el concepto de negocio pero no van a más, veo poca apuesta por los productos propios, por los productos avilesinos”, afirma. Enfatiza, a continuación, de la necesidad de dar más promoción en las cartas de los restaurantes a la longaniza de Avilés, al cocido, “a lo identitario”. Se detiene en la merluza y en los dulces como la marañuela y el bollo de Pascua. “Parece que hay un estancamiento y la industria turística tiene futuro, lo estamos viendo y si algo hay seguro a la hora de promocionar es la gastronomía y no solo de Avilés sino de toda la comarca”, recuerda el que fuera exconcejal en la etapa 1991-1995.

Pensando en el futuro, Béznar Arias tiene un sueño y desearía que LA NUEVA ESPAÑA titulara, en los próximos meses, que Robert Allen Zimmerman, más conocido como Bob Dylan, celebra su 82.º cumpleaños en Avilés. Carlos Martínez Guardado considera que es necesario conocer la historia de la ciudad para no repetirla, avanzar y mirar al futuro con entusiasmo para Avilés y su comarca y Abelardo González desea que Avilés siga manteniendo su identidad, su respeto por la industria cultural, tal como lo ha hecho siempre y como se ha visto reflejado en las páginas de este periódico en los últimos treinta años.

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Exposición 30.º aniversario Mara Villamuza

La muestra se puede visitar hasta el viernes en el palacio de Valdecarzana

“Avilés y Comarca, en portada”, la exposición conmemorativa de las tres primeras décadas de LA NUEVA ESPAÑA de Avilés, está abierta al público en el Palacio de Valdecarzana de lunes a viernes, de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas. El último día de apertura, en Avilés, es este viernes, víspera de la fiesta de San Agustín en la ciudad.

La entrada es gratuita y los visitantes pueden llevarse el catálogo de la exposición. Incluye una selección de portadas y fotos históricas de los últimos treinta años. La muestra consta de una serie de paneles que, divididos por quinquenios, repasan algunos de los hechos más importantes narrados por LA NUEVA ESPAÑA de Avilés entre 1991 y 2021. Las primeras portadas expuestas, las del periodo 1991-1995, recogen, por ejemplo, los problemas de la Variante, el parricidio de la Peñona de Salinas, la reapertura del Teatro Palacio Valdés, los paros en las instalaciones de Ensidesa, en plena reconversión industrial, y los graves problemas de adicciones en aquellos negros tiempos de la heroína. Y llega hasta la actualidad, con las últimas portadas de la pandemia o el ascenso del Real Avilés.

LA NUEVA ESPAÑA comparte con los lectores esta muestra con motivo de su treinta cumpleaños. Fue la de Avilés y comarca la primera cabecera local de LA NUEVA ESPAÑA, a la que siguieron Gijón, Las Cuencas y Centro, Oriente y Occidente, además de Oviedo. Este 2021, el periódico ha sumado a su oferta la primera edición nativa digital, la de Centro.


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