Avilés dejó de ser una ciudad “gris con una imagen industrial para ser atractiva y cosmopolita”, reflexiona Teresa López, directora del colegio de Campiello de Piedras Blancas (Castrillón), tras recorrer la exposición que repasa los treinta años de vida de la edición local de LA NUEVA ESPAÑA. López ensalza la estética actual de la ciudad y cuando habla de su área afirma que las tres últimas décadas han estado marcadas por el cambio de la tiza al teclado, de la revolución digital en el aula.
“Avilés era una ciudad degradada que ahora tiene autoestima y tiene que seguir creciendo para llegar a ser un referente internacional como ciudad educadora, con inclusión y participación social. Ahora es una ciudad para presumir de ella y con interés turístico, económico y cultural”, defiende José Ramón Núñez, director del colegio Virgen de Las Mareas, que percibe el “notable cambio” de una ciudad que fue capaz en estas décadas de erradicar el chabolismo y de afrontar la crisis industrial.
Noelia Lara, expresidenta del AMPA del IES La Magdalena, también destaca la nueva cara de Avilés, “de los tiempos de Ensidesa a la actualidad”, de aquellos años en los que el instituto de su hija “estuvo a punto de cerrar frente a ahora, que está a tope y con la necesidad de baremar para primero de ESO”. Al tiempo, valora la evolución de barrios como el de Versalles, aquellas praderías donde se edificó la urbanización Puerta de la Villa. “¿Quién iba a pensar hace años que Avilés iba a ser destino para cruceros?”, plantea Lara, al tiempo que expresa su principal deseo, que haya capacidad económica en las familias para que todos los jóvenes que lo deseen puedan estudiar incluso fuera de Asturias y que haya más atención a los menores con necesidades especiales en la escuela.
Entre tanto, fluye la conversación en torno a los treinta últimos años de Avilés a través de las páginas de LA NUEVA ESPAÑA. Teresa López echa de menos una “vuelta al pasado” y que haya una mayor implicación de la escuela y la sociedad “porque es importante el cuidado de la parte emocional, de la necesidad de interactuar unos con otros”. “No quiero analizar los sucesos, me quedo con lo bonito, con el Niemeyer, con el cuidado de la ciudad, los monumentos y edificios, el desarrollo del PEPA y los centros comerciales, que fueron un paso importante para la ciudad”, afirma la directora del colegio castrillonense.
Como madre, a Noelia Lara le causó impacto el parricidio de La Peñona de 1991, pero prefiere no hablar de él. Está más a gusto hablando de las diez portadas seleccionadas en la exposición con menciones al área de Educación. El comienzo en el empleo del color en las primeras páginas del periódico también muestran los cambios no solo en la ciudad sino en las nuevas tecnologías y en el mundo del periodismo, reflexiona.
Y José Ramón Nuñez, que es natural de La Luz, habla de la “evolución, de la revolución de Avilés” en estas tres décadas, de su crecimiento cultural y de un lugar en el que “pocos pensaban que iban a ver colas para entrar en la oficina de turismo y hoy es una realidad”. “Ese cambio de la ciudad en estos treinta años ha ido parejo a las tres décadas de Avilés como ciudad educadora, de coordinación y cohesión”, concluye José Ramón Nuñez.
La muestra se puede visitar hasta mañana en Valdecarzana
“Avilés y Comarca, en portada”, la exposición conmemorativa de las tres primeras décadas de LA NUEVA ESPAÑA de Avilés, está abierta al público en el Palacio de Valdecarzana de lunes a viernes, de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas. El último día de apertura, en Avilés, es este viernes, víspera de la fiesta de San Agustín en la ciudad. La entrada es gratuita y los visitantes pueden llevarse el catálogo de la exposición. Incluye una selección de portadas y fotos históricas de los últimos treinta años. La muestra consta de una serie de paneles que, divididos por quinquenios, repasan algunos de los hechos más importantes narrados por LA NUEVA ESPAÑA de Avilés entre 1991 y 2021. Las primeras portadas expuestas recogen, por ejemplo, los problemas de la Variante la reapertura del Teatro Palacio Valdés, en plena reconversión industrial. Y llega hasta la actualidad, con las últimas portadas de la pandemia o el ascenso del Real Avilés.
