Los vecinos del poblado de San Juan de Nieva, al pie de las instalaciones fabriles de Asturiana de Zinc (Azsa), amanecieron ayer bajo una nube de carbonilla, mayor si cabe que las habituales. El origen de esta invasión, suponen los residentes, viene de los muelles del puerto de Avilés.
La intensidad de la nube –con la que hace años conviven– se debe a la falta de lluvia. “Es poner la mesa un rato al raso y tener que pasar una bayeta que termina negra”, denunciaron. Apuntaron que la nube de carbonilla es visible. “Sólo hay que mirar al cielo”, denunciaron.
