“Una de las cosas que más me gustan del karting es la velocidad que se alcanza, me encantar ir rápido”, confiesa Asier García, un joven avilesino de 15 años que recientemente ha quedado en segunda posición en el campeonato de karting de Castilla y León. Otra de las cosas que más le gustan al piloto es la amistad que puede llegar a crearse entre algunos de los pilotos una vez que se acaban las carreras. “Hay tensiones con algunos rivales, pero aunque sea complicado también se pueden hacer amigos”, apunta el joven piloto.

Asier García, al volante de su kart.

Uno de esos compañeros de carreras con los que se puede entablar amistad es el vasco Ioritz Zalloetxebarría, con quien además de pista comparte momentos fuera de ella. “Somos uña y carne. Cuando acabamos la carrera y los entrenamientos dormimos y cenamos juntos”. En la última carrera que disputaron juntos, en Tubilla del Lago, Burgos, ambos pilotos hicieron “equipo” para aguantar mejor la prueba y quedar así en buena posición. “Nos ayudamos el uno al otro y es de agradecer, porque no es habitual encontrar a alguien así. Esto es un caso especial”, asegura García, que viaja y compite acompañado de su padre y de su hermana Tania García, expiloto de karting, quien ahora se encarga de asesorarle durante las carreras.

El joven piloto Asier García, en el parque del Muelle. | Mara Villamuza

Asier García tiene numerosos referentes en el mundo de la Fórmula 1, “aunque si tengo que escoger a uno, elijo al neerlandés Max Verstapen”. Su objetivo es seguir compitiendo para ganar todos los podios posibles, “hasta que aguante él o nosotros”, interviene su padre y patrocinador, Julio García.

Y es que competir en karting no es nada fácil. Solo pueden ir a entrenar los fines de semana y se desplazan hasta Burgos o León normalmente. Además, cada fin de semana de competición pueden llegar a desembolsar unos 2.000 euros entre desplazamientos y reparaciones del kart.

Asier García durante la finalización de su útlima carrera en Burgos.

A pesar del gasto que supone competir, “el karting lo escogimos nosotros y seguimos adelante con mucho esfuerzo”, señalan los García, quienes subrayan también el desconocimiento existente por gran parte de la gente ante este deporte.

“La gente piensa que es solo un cochecito y no es así. El karting es un deporte que requiere disciplina, concentración y técnica, que además requiere una gran organización al llevar un equipo de profesionales detrás”, explica Julio García, quien coincide con su hijo.

Esos profesionales a los que se refieren son mecánicos por los que se debe pagar una licencia.

“Se llegan a pagar 800 euros en licencias de mecánico, piloto y concursante y no existe ningún tipo de ayuda en la región. Fuera de Asturias sí tenemos más ayudas”, puntualizan.