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El “cuponazo” millonario agita en Salinas: “Agoté todo”, dice el vendedor de la suerte

Los afortunados acudieron escépticos a felicitar a José Manuel García: “‘Ni lo jugado tendré’, me comentó uno. Le mandé para el banco”

Heriberto Gutiérrez, vendedor de Piedras Blancas, y José Manuel García, cuponero de Salinas, en uno de sus quioscos de la ONCE.

“Esta mañana (por ayer) ha sido un no parar. Ya he agotado los cupones de cartón y solo me quedan los de máquina. La verdad es que estoy vendiendo mucho más”, declaró José Manuel García, el cuponero de la suerte de Salinas que repartió el pasado viernes un premio de nueve millones de euros y 39 de 25.000.

Aunque el “nuevo millonario” siga escondido –y no tiene pinta de que vaya a conocerse su identidad– los premiados con 25.000 euros ya comienzan a pasarse por el quiosco de José Manuel para agredecerle que haya llevado la suerte a su bolsillo. Algunos llegaban ayer por la mañana al puesto de la ONCE sin saber que su cupón estaba premiado con miles de euros. “Muchos no lo sabían. Llegó un señor por la mañana y te dice lo mítico de: ‘No me tocaría ni lo jugado’. Tuve que decirle que diese la vuelta y que fuese al banco porque le habían tocado 25.000 euros. Cuando se enteró, no pronunciaba ni palabra”, detalló el cuponero de la ONCE.

Los vecinos de la zona se alegran de que José Manuel García haya repartido la suerte por el pueblo ya que él cree que el gran afortunado “es de Salinas” aunque duda que se vaya a saber de quién se trata.

Por el lugar acudían clientes habituales, quienes ahora frecuentan, todavía más, el quiosco. “No me tocó nada pero me tocará, tengo fe. Si me tocase, me adaptaría al premio y, como ya trabajé bastante, me dedicaría a mirar por la familia y luego disfrutarlo. Pero bueno, por ahora, lo mucho llama a lo poco”, añadió Antonio Cabarcos.

La mañana fue ajetreada para el cuponero del verano y los conocidos se paraban en su puesto para decirle: “¡Enhorabuena, no sabes cuánto me alegro!”. Es el caso de Vicente Fidalgo, vecino de Las Regueras, que aunque no le haya tocado nada, se mostró ilusionado de que su amigo diese el premio. “Yo me alegré un montón. Soy cliente habitual. Si me tocase lo disfrutaría y lo repartiría porque, como soy mayor, no tendría tiempo de gastarlo”, abundó Fidalgo.

El calor del pueblo es todo un “orgullo” para el vendedor de la suerte. Algún afortunado se lo ha agradecido entregándole una pequeña dádiva. “No tienen por qué. Yo estoy encantado de que les haya tocado a ellos porque son gente de aquí y ha caído muy repartido”, precisó el vendedor de la ONCE.

Una habitual del quiosco de Salinas conversa con el vendedor José Manuel García. | M. Villamuza

Por muy “feo” que fuese el número para algunos, otros no se fijan en eso y no “rechazan ninguno”. “A mí no me tocó nada, pero yo no rechazo ningún número, por si acaso. Si me cayesen los nueve millones tengo claro que le haría un buen regalo al cuponero. Le daría dinero para que gastase. También repartiría a mi familia y a la gente que lo necesita”, declaró Piedad Cano.

La lluvia de millones era el tema del día en Salinas. Los vecinos bromean con ello: “Voy a ver si me caen los nueve millones a mí”, se jactaban algunos.

Castrillón recibe con los brazos abiertos toda la fortuna que les ha tocado en menos de un mes. Y es que el pasado 28 de julio Heriberto Gutiérrez repartió suerte en Piedras Blancas con un cupón agraciado con “La Paga” de 3.000 euros al mes durante 25 años, más 35.000 euros en efectivo, y 45 cupones más, premiados con 35.000 euros cada uno.

En este caso, el dineral también se quedó en la comarca. “Se fue uno para Valladolid, pero el resto está esparcido por toda la comarca. Tanto por Piedras como por Avilés”, declaró Heriberto Gutiérrez,

El cuponero de la ONCE de Piedras Blancas tampoco le hace “ascos” a ningún número. Sin embargo, él tuvo en sus manos el cupón premiado y decidió quedarse con otro distinto. “La verdad es que yo siempre doy todo tipo de números. Y esta vez, me quedé con el que no era”, contó.

Para él también es un orgullo repartir tanta fortuna y, sobre todo, entre sus clientes de confianza. “Me llamaban contentísimos . Si yo me hubiese quedado con uno lo invertiría en los estudios de mi hija y me haría una casa modesta. Siempre he anhelado eso”, detalló Heriberto Gutiérrez.

Por la misma zona se encontraban ayer algunos de los afortunados con el premio de 35.000 euros disfrutando de la mañana soleada en Piedras Blancas. Uno de ellos era el grupo formado por cinco amigos de los cuales tres fueron salpicados por la fortuna y se mostraban aún con la alegría en el cuerpo mientras disfrutaban de un vino. “Yo lo usé para tapar agujeros”, dijo uno. Otros han preferido mejorar el estado de su vivienda.

”Yo voy ahora a empezar las obras en casa para que disfruten también los nietos”, añadió otro de los afortunados. Una llamada de uno de los componentes del grupo anunció a los demás de que les había tocado el cupón. “Yo no sabía ni el número que tenía”, declaró el último premiado. Sin embargo, las otras dos personas que decidieron no comprar ese día el boleto también están “contentos” por sus amigos ya que afirman que “ahora no tienen que pagar ninguna copa y que invitan los demás”.

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