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La Academia de Artes Escénicas convierte a Avilés “en la capital española del teatro”

“Gracias por estar aquí, en el Palacio Valdés, y ayudarnos a ganar la normalidad que tanto necesitamos”, deseó el Rector Ignacio Villaverde

Por la izquierda, Denis Rafter, Helena Pimenta, Magüi Mira, Miguel Quiroga y Adolfo Simón, durante el primer diálogo de la Academia de Artes Escénicas en Avilés. | | RICARDO SOLÍS

Mariví Monteserín, la alcaldesa de Avilés, celebró ayer que la tercera edición de la Escuela de Verano de la Academia de las Artes Escénicas de España se desarrolle en el teatro Palacio Valdés. “Avilés lo recibe como un gran honor”, dijo. “Nada nos gusta más que ser receptora de esta escuela”, añadió. Y es que “el amplio y excelente programa” sitúan “a nuestra ciudad como referente durante esta semana de las artes escénicas”. Su concejala de Cultura, Yolanda Alonso, subió la apuesta: “La Academia ha convertido Avilés en la capital española del teatro”. Pero no fue la única. Jesús Cimarro, el presidente de la Academia señaló: “Estamos del lado de las instituciones que apoyan a las artes escénicas y el Ayuntamiento es una de ellas: así se explica que sea la capital del teatro”. La directora de escena Magüi Mira abundó: “Este teatro es un referente en todo el país”. Así que de esta manera echó a andar la semana principal de actos formativos que patrocina una institución como la Academia de Artes Escénicas de España que “es la única que agrupa a todos los oficios vinculados a las tablas”.

“Sentimos esta edición de la Escuela de Verano como un reconocimiento una ciudad firmemente comprometida con la formación cultural, y muy especialmente con las artes escénicas. Y lo afirmo porque para Avilés el teatro es una herramienta pedagógica de enorme valor en la formación de los más jóvenes. Las cualidades formativas del teatro contribuyen al desarrollo de las capacidades creativas”, señaló Monteserín.

Cimarro explicó que la institución que preside se fundó “hace siete años” con la misión de “dignificar las artes escénicas e impulsar su promoción”. De ahí la puesta en marcha de la Escuela de Verano. La tercera es la que se desarrolla en Avilés esta semana. Anteriormente, los académicos se habían trasladado a Salamanca y a Mérida. “No somos una universidad, pero tenemos un material humano de gran valor”, destacó. Y el de ayer lo representaron la actriz Cayetana Guillén Cuervo, las directoras de escena Helena Pimenta, los directores Denis Rafter o Adolfo Simón y el productor Miguel Quriroga.

Participó en la presentación de la Escuela también Ignacio Villaverde, el Rector de Oviedo. Fue él quien, dirigiéndose a los matriculados, señaló: “Gracias por estar aquí, en el Palacio Valdés, por ayudarnos a ganar la normalidad que tanto necesitamos”. Sobre esta idea también se manifestó Cimarro: “Es clave la presencialidad, es clave que estemos presentes. Trabajamos para que la vuelta a la normalidad está más cerca. Todos deseamos poder quitarnos las mascarillas”, subrayó.

El director general de Cultura, Pablo León, también participó en la presentación de la Academia. Lo hizo para explicar que se ha abierto una mesa de trabajo en la que están representados todos los flecos del sector con el fin de mejorar la situación en que se encuentra en el Principado.

Los discursos oficiales dieron paso a las “masterclasses”. La primera de ellas fue la que protagonizó la actriz Cayetana Guillén Cuervo. Lo primero que dijo fue: “Estar en el escenario es estar como en casa”. Y como en casa repasó su trabajo como actriz de teatro y de cine. Explicó su posición sobre su trabajo: “La generación de mis padres [Fernando Guillén y Gemma Cuervo] asumieron que las palabras podían cambiar el mundo”, dijo. Y probó esta afirmación espectáculos que estrenaron en los años de Franco y “que siempre prohibían”. Mencionó a los existencialistas franceses y, entre ellos, a Albert Camus: “El malentendido”, una producción que Fernando Guillén montó en su época y que su hija montaba como homenaje. “No la pudo ver: murió una semana antes de su estreno, pero en cierto modo, me sirvió para pasar el duelo”, confesó.

Magüi Mira fue la primera de las que habló de su oficio de directora de escena en una mesa en la que estuvo acompañada por Helena Pimenta, Dennis Rafter, Adolfo Simón y Miguel Quiroga. Mira, que recordó que en el Palacio Valdés, el público le cantó el cumpleaños feliz “hace tres semanas” señaló que su profesión va de “convencer mucho, de enamorar, de seducir”: a productores, a actores... Y aseguró que a estos los trata como “entidades sagradas”. Y con este convencimiento es que se convence al público. O así lo siente.

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