Los trabajadores de la empresa Asturiana de Fertilizantes (Chemastur) han dicho basta a la situación de inseguridad laboral en que dicen que se encuentran: con vestuarios “cochambrosos”, sin servicio de lavandería (se retiró con la pandemia), pero, sobre todo, subrayan, sin la seguridad adecuada contra el polvo de sílice, uno de los ingredientes de uno de los abonos que se producen en las instalaciones fabriles del Puerto de Avilés, en San Juan de Nieva.
Para conseguir que la empresa solucione estos problemas –de los que, dicen, tiene noticia ya Inspección del Ministerio de Trabajo– han convocado una huelga de dos semanas que comenzará al inicio del turno de mañana del día 16, es decir, el jueves que viene. La huelga será de dos horas por turno. Está previsto que las movilizaciones terminen al inicio del mismo turno matutino, pero del día 30. La huelga también está convocada para los trabajadores del turno normal, es decir, para los destinados en oficinas.
La empresa de fertilizantes cuenta en la fábrica de Avilés con 38 trabajadores y veinte más, que proceden de varias auxiliares. La representación sindical está formada por tres delegados: los tres pertenecen a la federación SOMA-FITAG-UGT.
La demanda de seguridad laboral en las instalaciones de Chemastur es histórica. La empresa ha atendido algunas peticiones, pero lo hace de manera eventual. Ha prometido en varias ocasiones solucionar las quejas por el mal estado, pero, aseguran los trabajadores, “nunca termina de arreglarlo”.
Chemastur, Asturiana de Fertilizantes, se creó en el año 2005. Comienza a producir al año siguiente en 2006. Distribuye sus productos en el mercado nacional e internacional. La compañía ha llevado a cabo cuatro regulaciones de empleo en los últimos ocho años. En todos este tiempo ha recibido quejas sobre las consecuencias de su organización productiva.
