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Gustavo Santaolalla Músico, ganador de dos “Oscar”, actúa en el teatro Palacio Valdés el día 25

“Ang Lee tenía una canasta llena con mi música para ‘Brokeback Mountain’ ”

“Mi primer álbum salió en 1969 y ahora tengo la banda sonora del videojuego ‘The last of us’: el público de mis conciertos es multigeneracional”

Gustavo Santaolalla, en una imagen promocional.

El compositor argentino Gustavo Santaolalla (El Palomar, Buenos Aires, 1951) está de gira sinfónica por España. Hoy, en Málaga, en el teatro Cervantes; el próximo viernes día 17, en el Auditorio Nacional de Madrid. Se despide de España en Avilés, sobre las tablas del teatro Palacio Valdés. Será el día 25 a las 21.00 horas. Atiende a LA NUEVA ESPAÑA por teléfono: el creador de las bandas sonoras de películas tan destacadas como “Brokeback mountain” o “Babel” acaba de terminar el ensayo general del espectáculo que presenta en la capital andaluza y con el que recorrerá la península esta segunda quincena de septiembre. Aparte de piezas de sus películas oscarizadas, tiene previsto estrenar algunos temas de la banda sonora del videojuego “The last of us”, su último proyecto.

–Nunca había hecho una gira sinfónica por España.

–Había estado en varias oportunidades, de hecho, pero con una agrupación de la que formo parte y soy uno de los productores. Me refiero a “Bajofondo”. Con ella he tocado en muchos lugares; por supuesto, en Madrid y Barcelona, en Pirineos, en Cartagena. Pero sí, nunca había venido como solista.

–Vaya.

–Pero eso no es lo especial.

–Dígame.

–Estos conciertos son los primeros que estoy haciendo después de la pandemia.

–¿No había actuado antes?

–No, no. Además, voy a tocar con una orquesta. Y eso no es muy habitual. Una orquesta sinfónica, aunque en Avilés, va a ser un grupo más reducido. Esto es distinto a lo que estoy habituado porque tengo otra banda –“Bajofondo”– con la que presento el espectáculo “Desandando el camino”. Pero lo que me gusta de esta gira, lo que me resulta especial de esta gira es poder hacerla en España. Adoro España, siento una conexión con este país que tiene que ver, claro, con mi apellido, con que mis abuelos fueran españoles. Siento que tenía que tenía una cuenta pendiente con España. He logrado un reconocimiento en Latinoamérica, en Estados Unidos, una conexión con la gente, pero eso en España todavía no lo he conseguido. Creo que porque no he venido tanto.

–Seguro que no va a tener problema. Cuando hizo “Pa’bailar” o la banda sonora de “Brokeback Mountain”. ¿Su trabajo como compositor es el mismo en los dos tipos de creaciones?

–Como me gusta todo tipo de música, me atrae la diversidad. Si usted mira las producciones que he hecho, lo puede comprobar. Tengo más de cien álbumes producidos: la diversidad es el común denominador. He ido de un grupo como “Molotov” al cuarteto “Cronos”, que es de música clásica. Me gusta toda la música. Así que mi composición se refleja en esta idea: puedo hacer de corte clásico a algo de corte más folclórico, de rock o de lo que sea. Siempre, eso sí, con gran atención al tema de las identidades. Cuando hago música me gusta mostrar quién soy y de dónde vengo.

–Y lleva en esto desde hace tiempo.

–Comencé a hacer discos profesionalmente a los 17 años. Comenzó mi carrera como artista y como productor. Siempre me interesó mucho la faceta de productor. Empecé a tocar a los cinco años, pero armé mi primer grupo, de folclore argentino, a los diez y mi banda, a los trece. Las primeras canciones de aquella banda las componía en inglés, pero al poco tiempo me di cuenta de que tenía que hacerlo en castellano, que era el idioma que se hablaba en mi país: tenía que comunicarme con mi entorno. Al poco tiempo me di cuenta de que no sólo había que cantar en nuestro idioma, si no tocar en nuestro idioma y comencé a fusionar folclore argentino, latinoamericano para conseguir una música con identidad, que lo que de verdad me preocupaba. Eso me acompaña hasta la actualidad. Siempre digo que en la banda sonora de “Brokeback Mountain”, ahí está Atahualpa Yupanqui. Mucha gente no lo va a notar, pero yo sé que está. Después tienes el videojuego “The last of us” cuyo tema principal es un 6 por 8, un ritmo casi de chacarera, una danza popular argentina que compuse con el ronroco.

–Pero, ¿es lo mismo componer para su grupo que para Ang Lee?

–Es similar. En “Bajofondo” hay una especie de protocolos que implica hacer “samples”... depende de la característica del tema. Lo que le puedo decir es que cualquier composición mía se acerca a contar una historia de alguna manera. Eso sí es distinto componer una canción que una película porque cumplen funciones distintas: en una canción pones un cantante con una letra... En una banda sonora, en realidad los cantantes son los actores con su diálogo. Lo que sí que es similar el proceso que sigo para hacer música de películas que el que tengo con los videojuegos. En las películas me gusta trabajar con antelación.

–¿Cuándo habló con Ang Lee qué le pidió o qué le ofreció?

–En todas las películas hay muchos temas que compuse antes de que se filme nada, pero el ejemplo máximo es “Brokeback Mountain” porque toda su música incidental la compuse antes del rodaje. Lo que hizo Ang Lee fue decidir: esta pieza la pongo aquí, esta allá. Él tenía una canasta llena de música que compuse inspirada en la historia y en mi conversación con él, con el director. Él pensó que aquello que le mandaba eran unos ejemplos de cosas que había hecho antes. Me lo contó el productor. El tipo dijo: “Maldita sea, esta música era perfecta para esta o aquella escena”. Cuando vi el primer corte, le juro que asustaba, porque estaba perfecta. Me gustaba trabajar así.

–¿Los puristas del tango aceptan sus interpretaciones con “Bajofondo”?

–Nosotros siempre aclaramos que no hacemos tango electrónico, ni nuevo tango, ni nada por el estilo. Lo que pretendemos hacer es música contemporánea del Río de la Plata porque la banda es argentino-uruguaya. Hice otro proyecto muy lindo que se llama “Café de los maestros” donde trabajé con los más grandes exponentes del tango: unos tipos de más de ochenta años de edad, de la época de oro del tango. Ninguno de ellos me habló mal de “Bajofondo”, al contrario, me han hecho miembro de la Academia Nacional del Tango. Si lo que hacemos aporta algo al género se podrá decir dentro de veinte años.

–Los músicos distinguen los encargos de las creaciones propias. Me parece que usted no.

–Correcto. Es importante saber dónde juega uno en cada partido: a veces me gusta jugar adelante y hacer goles y otras, estar bajo el arco, pero siempre estoy en el partido. Cuando estoy produciendo a un artista yo me ofrezco a maximizar su potencial, cuando estoy trabajando para una película tengo que saber que estoy proporcionando un servicio: tratando de interpretar lo que el director necesita. Si bien hay una demanda de mi trabajo, también hay una libertad que se me da para que yo proponga cuál es mi visión. Aunque sea un trabajo por demanda, está involucrada mi decisión creativa.

–Me da que usted no es “gamer”.

–No, pero tengo un hijo, pero siempre me gustó verle jugar. Me encanta ver a los muchachos jugar al FIFA: lo veo como estuviera viendo un partido. Soy muy malo.

–Va a estrenar piezas del videojuego “The last of us”.

–Voy a estrenar el tema principal del juego en una versión sinfónica: nunca la había hecho. También estrenaré uno de los temas de la serie de “El Cid”.

–¿La banda sonora de “The last of us” rejuvenece su público?

–Mi primer álbum salió en 1969 y ahora tengo la música del videojuego: el público mío es multigeneracional.

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