El Museo de la Mina de Arnao continúa sumando actividades complementarias a su programación para el resto del año. A los habituales recorridos guiados en verano, este emblemático enclave de la comarca recuperó este sábado uno de sus clásicos para los visitantes: la “Noche en la mina”, con cuatro salidas acompañadas para las personas interesadas.
Este descenso a las entrañas de la tierra viene a recrear las duras condiciones de trabajo en las galerías de Arnao durante el siglo XIX y los primeros quince años del XX, hasta su cierre. En jornadas extenuantes, sin apenas luz y respirando el polvo que manaba de la tierra, aquellos mineros pasaban hasta catorce horas diarias bajo tierra.
La actividad de “la Noche en la mina” se realiza dos veces al año y con la pandemia sanitaria respetando, además, las debidas medidas de seguridad.
En la hora de duración de la visita, los participantes pudieron hacerse a la idea de cómo eran las condiciones de aquellos primeros mineros que solo tenían para iluminar el espacio en el que trabajaban la tenue luz de un farol.
