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Vero, orgullo de La Arena

La deportista paralímpica y vendedora de la ONCE, que nació con parálisis cerebral, se convierte en pregonera de San Telmo: “La experiencia en Tokio fue brutal”

A la izquierda, Verónica, en el pregón de San Telmo. A la derecha, la deportista, entrenando (arriba), vendiendo el cupón y con una premiada. | LNE

De martes a sábado Verónica Rodríguez Pulido pasea por La Arena repartiendo suerte a los vecinos con el cupón de la ONCE. Pero si ya era toda una celebridad los Juegos Paralímpicos de Tokio la han catapultado a la fama en su entorno más cercano y también en el ámbito deportivo. Ayer mismo se convirtió en pregonera de las fiestas de San Telmo en La Arena.

“Tengo muy buena relación con los clientes, me lo paso genial”, afirma sonriente mientras se acerca una mujer a comprobar si su cupón ha sido premiado a la vez que le pregunta por la experiencia internacional. “¿Qué tal por Tokio, guapísima?”, le saluda.

Vero, orgullo de La Arena

Poco a poco en la plaza conocida como “El parque” se va formando una cola de clientes y amigos con solo palabras buenas hacia la joven. “Ya te veremos dando el pregón”, le grita un vecino. “Así estoy entretenida el día entero. La verdad que vender el cupón me gusta mucho, me tomo cafés, charlas y presta”, ríe Vero.

“La experiencia en los Juegos Paralímpicos ha sido brutal, en mi vida había hecho deporte y empecé hace dos años; es mi hobbie, todo mi tiempo libre lo dedico a remar”, explica.

“Siempre me crié con gente sin discapacidad, yo tengo parálisis cerebral, pero ir a las paralimpiadas y ver a gente con ese tipo de discapacidades, como esas personas logran hacer vida normal, es algo que me encantaría que todo el mundo pudiera experimentar. En el día a día nos ahogamos en un vaso de agua, pero hay que valorar otras cosas”, cuenta desde la experiencia personal.

Vero Rodríguez, ayer, en La Arena. M. Villamuza

“Tokio me impresionó mucho y la conclusión que saqué es que el deporte puede hacer maravillas, con el tema de la pandemia se debería de haber hecho más hincapié ya que el deporte da vida”, añade.

Su trayectoría en el deporte de remo comenzó hace dos años en una competición de chalanos en El Castillo, donde habitualmente solo participaban hombres. “Como me gustaban los retos convencí a dos amigas y fuimos a participar; lo hicimos fatal pero al salir del agua muchas chicas querían participar también, así que al año siguiente organicé una competición de chalanos femenina”, cuenta la joven deportista. y

Vero, orgullo de La Arena

Tres semanas antes su madre falleció de forma repentina y la gente se volcó mucho más en el proyecto hasta hacerle un homenaje. “Apenas lloraba, pero en el agua expulsaba toda la rabia , se volvió como mi psicólogo”, relata Vero Rodríguez. Después, el entrenador del equipo de remo de Corvera se interesó por ella para participar en los Juegos Paralímpicos.

“Es lo más grade que hay en Soto del Barco, es buena, cariñosa , lo mejor con una fuerza impresionante”, dice orgulloso Jesús Martínez, un vecino que la conoce prácticamente desde que nació.

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