Las empresas de la comarca avilesina que fabrican componentes, kits y piezas complementarias para los sistemas de producción de energía fotovoltaica (solar) miran con creciente optimismo al futuro inmediato, conscientes de que está tomando forma un escenario que impulsará su actividad. Javier Fernández-Font, que une a su condición de fabricante de estructuras para paneles fotovoltaicos la de miembro de la ejecutiva y delegado territorial de Unión Nacional Española Fotovoltaica (UNEF), se hace eco de las expectativas halagüeñas, que no necesariamente están justificadas por la histórica escalada de precios de la electricidad que tiene a los hogares y a las empresas españolas en shock. “La actual carestía de la luz es, sin duda, un aliciente para que cualquier persona, particular o empresario, se plantee independizarse e instalar un sistema de autogeneración energética, y en especial los de tipo fotovoltaico; pero lo realmente importante para el impulso que puede cobrar nuestro sector son las dos novedades, una administrativa y otra económica, conocidas en los últimos días”, comenta a modo de introducción el dueño de la firma Alusin Solar.
La novedad administrativa a la que se refiere Fernández-Font parte del Gobierno del Principado, que en su proyecto de Ley de Medidas Administrativas Urgentes (pendiente del visto bueno del Parlamento asturiano) suprime la obligatoriedad de obtener licencia de instalación y funcionamiento para la instalación de placas solares térmicas o fotovoltaicas para autoconsumo e incorpora como suficiente para acometer ese tipo de obras la declaración responsable. La novedad económica, conocida hace pocas semanas, es que con dinero de los fondos Next Generation se dotará una partida para subvencionar hasta el 45% del coste de los proyectos de instalaciones de autoconsumo de energía eléctrica a partir de energías renovables, como la fotovoltaica.
“La sustitución de la licencia de obras por una declaración responsable agiliza en gran medida los plazos de los proyectos: con el nuevo marco, una instalación domiciliaria podría quedar resuelta en tres meses y una de tipo industrial, en seis. En cuanto al acceso a ayudas económicas para costear los proyectos de autogeneración energética, cabe pensar que serán un acicate para su desarrollo. La combinación de ambas novedades es un impulso importante para el sector fotovoltaico en general y para las empresas especializadas en componentes”, asegura el empresario.
Javier Fernández-Font destaca que, independientemente del escenario administrativo o de la existencia de ayudas a su desarrollo, el sector eólico se halla pujante por el mero avance tecnológico del mismo: “En la actualidad, la forma más rápida, eficaz y asequible económicamente que tiene cualquiera de independizarse energéticamente es instalando placas fotovoltaicas. Los paneles, que proporcionaban unos 160 watios de potencia cuando mi empresa se inició en el sector (hace once años), ya generan 530, algunos de última generación hasta 600. Este salto cuantitativo es muy relevante desde el punto de vista del retorno (recuperación por la vía del ahorro) de la inversión, que en estos momentos puede lograrse, de media, en siete o nueve años”.
Pese a que Asturias no destaca precisamente por tener muchas horas de radiación solar, suele ser viable acometer proyectos fotovoltaicos exitosos. “Básicamente es una cuestión de superficie disponible y de orientación de los paneles; si se pueden colocar mirando al sur, dan un rendimiento energético aceptable”, precisa el experto. Las ventajas son obvias: el autoconsumo eléctrico se traduce en ahorro económico e, incluso, puede generar ingresos en el caso de que los sistemas instalados produzcan un excedente eléctrico, pues este puede ser vertido a las redes generales de distribución y da derecho a un cobro.
La energía eólica ha reducido el coste de producción un 28% desde 2011, porcentaje que en el caso de la fotovoltaica es aún mayor: un 85% más barata que hace diez años. Es, por ello, que la energía más barata de producir es la de origen solar.
Alusin Solar estrena maquinaria
Mide 27 metros de largo, pesa 100 toneladas y ha sido bautizado cariñosamente como “Willy Tuercehierros”. Esa es la tarjeta de presentación de la máquina que ha adquirido y ayer estrenó la firma avilesina Alusin Solar, fundada en 2010 y propiedad de Javier Fernández-Font Pérez, con el objetivo de dar un salto de innovación y, sin abandonar su vocación de proveedora de estructuras para paneles fotovoltaicos, lanzar al mercado un nuevo producto apenas conocido en España y del que, desde luego, no existen plantas de fabricación en el país: pasillos técnicos de acero galvanizado diseñados para poder transitar con seguridad por tejados y cubiertas. La empresa ha bautizado a este producto de desarrollo propio como Carex y en una primera fase espera venderlo tanto en Chile (donde este tipo de pasillos son obligatorios por seguridad) como en España (donde su utilización es recomendada). La máquina se compone de una prensa que troquela la chapa con el diseño deseado y de un tren de perfilado con doce estaciones; la alimentación se realiza con fleje de acero y la capacidad de producción máxima es de 90 metros de unidades acabadas por minuto (a razón de tres metros de longitud por pieza).
