Cástor González es el séptimo Cástor de su familia. “Mi hijo, el octavo”, apunta. El sexto, el conocido librero avilesino con negocio en la calle de la Ferrería número 8, fue un curioso que juntó tesoros que, desde ayer, ha acogido con los brazos abiertos el Museo de la Historia Urbana de Avilés. “Esto lo crean los ciudadanos como Cástor González. No es la primera vez que dona al Ayuntamiento parte de lo que recogió su familia a lo largo de la historia”, señaló la concejala de Cultura, Yolanda Alonso.
“Lo primero que cedí fue un libro de pasajes de emigrantes a América”, señaló González. Lo que donó ayer, entre otras cosas, es el programa de mano del primer teatro de Avilés. La función que anuncia es una de Mr. Velle, un mago húngaro que recorrió media España en el siglo XIX y que paró en Avilés. “Este teatro es anterior al Iris y al Somines: estaba en la calle de la Cámara”, señaló González.
Otro de los tesoros recopilados por la familia de González es la primera página del “Boletín de Avilés” que recoge toda ella la esquela del escritor Armando Palacio Valdés. Tiene una errata gorda: pone que el patriarca de las letras españolas murió el 2 de febrero de 1938 cuando eso sucedió el 29 de enero de ese mismo año.
La parte del león, sin embargo, se refiere al librero, que fue preso en la casa Pedregal y después en La Vidriera. “Terminó en el campo de concentración de San Marcos”, apuntó González. Al término de su condena le dieron una cartilla en la que le explican qué hay que hacer para ser buen español. Además hay muchas caricaturas del sexto Cástor, postales enviadas y pasada por la censura, fotos de cuando la guerra y hasta publicaciones de Domingo Álvarez Aceval, así, con uve.
