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Una octava parte de la muralla de Avilés está en pie

“La recuperación de la fortificación pondrá Avilés en primera línea de la oferta cultural y patrimonial”, sostienen los expertos

EL TRAMO MÁS LARGO, EN LA MURALLA. Patricia Suárez Manjón y Alejandro García señalan un recrecido de la muralla y el edificio en el que descubrieron un tramo de 12 metros de longitud y cinco de altura, en la trasera del número 42 de la calle La Muralla. Estiman que la longitud total es de 57 metros. | Mara Villamuza

Una octava parte de la muralla de Avilés, que se creía totalmente arrasada, se mantiene en pie. La intervención arqueológica encargada por el Ayuntamiento en el costado oriental del recinto defensivo ha permitido desvelar que se conservan unos 115,23 metros de los 900 que medía la fortificación en varios tramos de las calles Ruiz Gómez, El Muelle y La Muralla con alturas de entre 2,2 y cinco metros. El principal hallazgo se desveló a los pocos días de empezar las catas, el pasado verano. Tras las casas que se edificaron en los siglos XVIII y XIX entre los números 2 y 6 de la calle El Muelle discurre un tramo de muralla en el que se conserva el adarve o paso de ronda que utilizaban los soldados para vigilar la ciudad. El gran tesoro arqueológico que se creía perdido tan solo estaba escondido. Poder pasear por ese adarve y contemplar la fortificación en la esquina entre La Muralla y El Muelle será ahora cuestión de tiempo... y dinero.

UNA RECREACIÓN QUE HACE “VISIBLES” LOS NUEVOS HALLAZGOS. Una infografía realizada hace años y que recrea el tramo oriental de la fortificación coincide con los últimos hallazgos de los arqueólogos. | LNE

“La recuperación de la muralla va a cambiar totalmente la imagen de Avilés y pondrá a la ciudad en primera línea de la oferta cultural y patrimonial de Asturias; estamos ante un proyecto muy importante”, señala la arqueóloga Patricia Suárez Manjón sobre la importancia del plan que tiene entre manos el Ayuntamiento. Castrum Arqueología y Cuestión Cultural fue la sociedad a la que se encargó el estudio arqueológico que sirve de germen al futuro Plan Especial Las Alas-La Muralla. Los arqueólogos Patricia Suárez y Alejandro García recorrieron con LA NUEVA ESPAÑA los lugares clave de sus hallazgos.

El primer tramo de muralla descubierto está en la calle que lleva su nombre. Tras el número 42, casi en la esquina con la calle El Muelle, se mantiene en pie un tramo de 12 metros de longitud y de entre 4,8 y cinco metros de altura. Los arqueólogos creen que se conserva todo el tramo: 57 metros de longitud. “Nos llamaron la atención esos edificios de planta baja porque daba la sensación en fotografías aéreas de que estaban adosadas a la línea de muralla. De hecho, por detrás del tejado sobresale parte de un muro, que posiblemente sea un recrecido posterior de la fortificación. En el número 42 aprovechamos unas roturas en el forjado y en un tabique para meter una cámara fotográfica con una pértiga. Vimos cómo detrás de la construcción actual está, efectivamente, todo el paño de la muralla”, explica Alejandro García.

número 23 de ruiz gómez. Al picar en la fachada trasera de este edificio, los arqueólogos han descubierto restos de muralla; creen que se conserva un tramo de 17,39 metros de longitud y 2,20 metros de altura.

Los especialistas creen que la infografía tantas veces reproducida del paño oriental de la muralla refleja tal cual la imagen que verán los avilesinos una vez que se recupere ese tramo. “Pudimos constatar que todas esas casas que están justo detrás de la capilla de Los Alas están pegadas al paramento exterior de la muralla. Se conserva desde el remate superior hasta la parte inferior, 4,80 metros e incluso cinco. En el momento en que esto se derribe, creemos se podrá recuperar el frente del paramento exterior. La mampostería está muy bien construida y no tiene grandes grietas. Con todo el cuidado del mundo, creemos que la recuperación no supondría una gran intervención”, explica el arqueólogo.

Halladas dos monedas de Alfonso IX y Alfonso X en el sondeo arqueológico

El gran descubrimiento se produjo, no obstante, en la calle del Muelle, donde se conserva prácticamente de manera íntegra el trazado original de la muralla, a cuya cara externa se adosaron entre los siglos XVIII y XIX las viviendas de los números 3, 4 y 6, donde ahora hay una cetárea. Casi 41 metros del parámetro interior de la muralla siguen en pie y ese tramo, visible desde el jardín del edificio administrativo del Principado, conserva en buen estado el adarve, tanto el paramento interior como el paso de ronda.

Los arqueólogos han constatado que a partir de ese segundo tramo la muralla fue arrasada hasta los cimientos. Así, en ese patio trasero del número 8 de la calle del Muelle, se conserva únicamente la subestructura de la cimentación. Creen, no obstante, que se conserva otro tramo de fortificación en la parte inferior de la fachada trasera del número 23 de la calle Ruiz Gómez de 17,49 metros de longitud y 2,20 metros de altura. Tras la pintura de la pared localizaron un muro. Dadas sus características, creen que también son restos de la fortificación medieval.

La investigación ha permitido desterrar definitivamente la idea de que la muralla se construyó en el siglo XIII, como se desprendía de la documentación escrita. Ya en 2004 se había descubierto, con el carbono 14, que la fortificación avilesina data del siglo XI y XII. “Ese sondeo que hicimos en el tramo de la calle del Muelle certifica que es anterior a lo que decía la documentación escrita. Es de en torno al año 1100, cuando se concedieron los fueros: el de Alfonso VI, hacia 1086, que luego ratifica Alfonso VII en 1155. Eso ya es muy interesante. La arqueología ha demostrado que la construcción es anterior”, explica García. En ese sondeo al que se refiere se hallaron materiales y objetos varios, entre ellos dos monedas de los reinados de Alfonso IX y Alfonso X.

Halladas dos monedas de Alfonso IX y Alfonso X en el sondeo arqueológico

Todos estos hallazgos y descubrimientos han salido a la luz en una área de actuación muy reducida. El equipo de Castrum ha planteado al Ayuntamiento poder realizar más excavaciones y sondeos: una trinchera arqueológica de tres metros de ancho en el solar del número 46 de la calle La Muralla y otra en el 28 de la calle de Las Alas; sondeos arqueológicos en los números 42, 44 y 48 de La Muralla; excavaciones en el solar del número 40 de La Muralla, en los números 2, 4 y 6 de El Muelle y en el solar del Moclín y en la antigua sede de la Autoridad Portuaria forman parte del listado.

Todo este trabajo, recogido en un informe, se encargó como paso previo a la redacción del estudio de detalle del ámbito de Las Alas-La Muralla, que busca la regeneración del área delimitada por las calles de La Ferrería, La Muralla, El Muelle, Ruiz Gómez y Jovellanos. Dentro de ese proyecto, que forma parte del plan del casco histórico, se enmarca la recuperación de la muralla.

Los hallazgos de Castrum ya han conllevado que el gobierno avilesino haya ampliado sus objetivos iniciales. Esa zona verde del edificio administrativo del Principado está llamado a convertirse en un jardín arqueológico. El plan incluye la restauración y conservación de los tramos de muralla descubiertos y una especie de centro de interpretación en el que las nuevas tecnologías también tendrán un papel destacado. El gobierno local quiere aprovechar la realidad virtual y los dispositivos móviles para que quienes visiten ese jardín histórico no solo puedan subir a un tramo de la muralla avilesina y pasear por el adarve, sino también poder contemplar gracias a los avances técnicos cómo era la muralla original mediante recreaciones.

Los expertos de Castrum inciden en que hasta ahora la intervención arqueológica ha sido muy puntual. “En las recomendaciones que hacemos al Ayuntamiento, planteamos un proyecto mucho más ambicioso para excavar toda esa zona. Hemos trabajado en un reducto aislado y este es un sitio ideal para hacer un jardín arqueológico, un espacio al que la gente vaya a pasear y que integre los vestigios arqueológicos, con sus explicaciones correspondientes. Y a dos cotas, porque aquí tenemos la cimentación de la muralla, los vestigios enterrados, y los que se conservan en alzado, que quedaron fosilizados por las construcciones de épocas más recientes, pero que son perfectamente recuperables. Esa fue la sorpresa que no esperábamos encontrar”, destaca Suárez Manjón.

Del recinto amurallado avilesino se conoce bastante bien la ubicación de sus cinco puertas principales: la del Mar, la del Puente de los Pilares, la de la Ferrería, la del Reloj y la de La Cámara. Pero apenas se sabe nada de las pequeñas puertas secundarias, denominadas poternas o postigos. Los arqueólogos de Castrum creen, tras su investigación, que entre ese jardín arqueológico y la calle Ruiz Gómez estaría ubicado el postigo de Corugedo, mencionado en la documentación del siglo XV. Se trata de una hipótesis que no se podrá confirmar hasta próximas excavaciones.

“Avilés se estudia en los manuales de historia del urbanismo medieval por el callejero prototípico que tiene, en forma de H, que aquí se conserva tal cual: dos calles paralelas (La Fruta y La Ferrería) unidas por la del Sol. ¿Qué le faltaba a Avilés? El perímetro de la muralla. Ahora tenemos la guinda del pastel con lo que supone para el turismo cultural poder ver la muralla”, concluye Alejandro García. Devolver la dignidad patrimonial a unos vestigios que lo merecen y que se creían perdidos es ahora uno de los retos de los grandes retos de Avilés.

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