No habrá cambios fiscales en Gozón en 2022. El gobierno local, que cuenta con mayoría absoluta, ha trasladado a los grupos de la oposición que los impuestos, tasas y precios públicos se mantendrán congelados el año que viene por la actual coyuntura económica pospandemia y las incertidumbres asociadas. Esa congelación supondrá una subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) por la revisión catastral. Para que el recibo de la contribución no experimente una subida habría que bajar el tipo. Y no se va a tocar. El gobierno vincula esta decisión a la pérdida de ingresos por la crisis de la antigua Alcoa, la actual Alu Ibérica. Las arcas municipales dejan de ingresar un millón de euros por la inactividad de la aluminera. “Contemplábamos bajar el tipo para que no se produjera un incremento del recibo, pero el desplome de los ingresos por la situación de Alu Ibérica no nos lo permite”, aseguró el alcalde Jorge Suárez (PSOE).
Gobierno y oposición debaten estos días sobre los presupuestos del próximo ejercicio. Los socialistas aprobarán en el pleno ordinario de este mes, que se celebra el miércoles próximo, las cuentas para 2022 por un importe de 15,52 millones.
El proyecto de presupuesto no es nada ambicioso en término de gastos, admite el gobierno local. Las únicas partidas de inversiones son las siguientes: 200.000 euros para la red de abastecimiento, 50.000 para parques públicos (donde está incluida la pista de skate) y 250.000 para vías públicas. Esta suma se empleará para el arreglo de la carretera de La Cabrera, en Manzaneda, y el Ayuntamiento confía cofinanciar esta actuación. Ha solicitado ayuda a la Dirección General de Administración Local del Principado para el arreglo de caminos, por un importe de 250.000 euros. “La situación que tenemos es complicada”, reconoce Suárez.
El proyecto de presupuestos refleja las tres subvenciones otorgadas por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía de España para renovar el alumbrado público del municipio (2,19 millones) y la parte que le corresponde abonar a Gozón (550.000 euros) así como el crédito de 1,5 millones para las instalaciones de Balbín.
“Hay que tener en cuenta que 1,2 millones se van a amortizar la deuda que heredamos en 2015 y que los 7,1 millones para el pago a proveedores se liquidará en mayo de 2023. A partir de entonces habrá 980.000 euros más al año para dedicar a otras cosas”, apuntó Suárez.
El gobierno local prevé ingresar 80.000 euros más por el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (400.000 euros) gracias a las nuevas construcciones y 3,28 millones (243.000 más) por las transferencias de otras administraciones. Los ingresos derivados de las tasas y precios públicos caen en 244.700 euros (hasta los 2,9 millones).
