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José Luis Espinosa Responsable del sector auxiliar de CC OO

“Las empresas auxiliares de Arcelor realmente no saben qué futuro les espera”

“Las ofertas para el contrato troceado del mantenimiento de la siderúrgica no incluyen las subidas del nuevo convenio: eso es un problema”

José Luis Espinosa, delante de un horno alto de Veriña. | CC OO

José Luis Espinosa (Avilés, 1977) es el nuevo responsable del sector de la auxiliares de la federación de industria del sindicato CC OO, el mayoritario en las subcontratas. Sustituye en el cargo a dos militantes tan señeros como históricos: Antonio Lueje y Nicomedes Sánchez, que, después de muchos años, han pasado a la retaguardia. Espinosa milita en la organización desde 2003, precisamente, cuando entró a trabajar primero en Montajes Nervión, luego en Montrasa Maessa y, desde 2010, en Daorje. Ha pasado por todos los talleres de Arcelor, desde Baterías a los hornos altos de Veriña. Atiende a LA NUEVA ESPAÑA por teléfono: participa en el congreso federal de su sindicato, que se ha celebrado esta semana.

–Arcelor promete una inversión millonaria en Asturias. ¿Cómo afecta a esa promesa a la industria auxiliar?

–Desde luego que estamos esperando esas inversiones como agua de mayo porque entendemos que, sin ellas, Arcelor acabaría muriendo y eso, claro, es lo último que queremos todos. Las inversiones, a nuestro modo de ver, tienen que venir, se tienen que ejecutar, a pesar de que sabemos que van a reducir puestos de trabajo en nuestro sector.

–Explíquemelo.

–Sólo hay que poner la mirada en lo que sucedió con Baterías: en Avilés teníamos casi trescientos trabajadores de Daorje y ahora, que estamos en Gijón, sólo somos sesenta. O sea, somos conscientes de que va a haber una reestructuración. Lo que queremos es que esa reestructuración no sea traumática.

–Es decir, que no la tengan que pagar ustedes. ¿No es eso?

–Claro, que no la paguen los trabajadores.

–¿Y eso cómo se traduce?

–Todas las medidas están ya probadas. En 2010 también hubo un descenso de personal adscrito a nuestro convenio: la gente que estaba cerca de la jubilación marchó antes con los ERTE. Lo que tenemos que hacer es estudiar cuántos somos, cuántos necesita la principal y si sobra gente, echar mano de las prejubilaciones. Eso es lo que entendemos por “no traumática”.

–¿Las empresas están por la labor?

–Estamos en un momento inédito: las empresas auxiliares de Arcelor realmente no saben qué futuro les espera, si van a seguir siquiera siendo empresas auxiliares. Esto es un problema gordísimo que tenemos a día de hoy y que, claro, al que tenemos que dar solución más pronto que tarde.

–¿Esta situación la ha generado Arcelor?

–Claro: decidió trocear el contrato del mantenimiento metalmecánico y ha cambiado la realidad del sector de los últimos once años. Así que, con esta decisión, el futuro ahora mismo lo tenemos complicado: no sabemos a día de hoy qué empresas van a estar en Arcelor Asturias a partir del próximo día 1 de enero y, en consecuencia, no sabemos qué final vamos a tener a las negociaciones que acabamos de abrir.

–Estamos hablando del nuevo convenio y de la renovación de los Acuerdos de Oviedo. ¿Me confundo?

–No. Ahora mismo las empresas que están negociando el convenio, no lo quieren hacer: no tenemos empresas con quien negociar el convenio.

–Vaya lío.

–La principal tiene que empezar a hacer bien el trabajo con sus subcontratas... el eslabón débil de todo esto somos nosotros: las propias empresas y sus trabajadores. Parece que nos tienen como trabajadores de segunda, que los de primera son los de la propia principal y no: todos somos trabajadores de Arcelor. Después de tantos años, esto hay gente que todavía no lo ha entendido.

–¿Siguen notando esta división entre los trabajadores de las auxiliares y los de la principal?

–Siempre la hubo. El eslabón débil, ya le digo, son las auxiliares. Siempre que pasa algo, los primeros que tienen que pagarlo somos nosotros, quien tiene que marcharse fuera de ahí son las auxiliares.

–Habló antes del cierre de Baterías de Avilés, pero ese traslado lo aceptaron ustedes.

–Es verdad que se recolocaron a todos los fijos y es verdad también que se hizo una bolsa de trabajo para los eventuales que se ha utilizado según el incremento de las necesidades. Sí se hizo bien entonces, lo que sucede es que la realidad actual es distinta: están prometidas grandes inversiones que, como le dije al principio de esta conversación, van a hacer que sobre mucha gente, así que hay que buscar el camino para marchar sin que tengan que pagarlo los trabajadores.

–Aparte de cómo marchar, dónde se van a quedar los que no se prejubilen.

–Eso es porque, como le vengo explicando, no sabemos quién nos va a pagar la nómina de enero.

–Arcelor ha pedido ofertas a 17 empresas.

–Sí.

–¿Y qué tal?

–No estamos muy conformes con su manera de trabajar.

–Cuénteme.

–Espero que no se olviden de que existe un convenio especial para este sector: lo único que importa a la principal es que la oferta que reciba sea la más barata.

–Y eso repercute sobre ustedes.

–Totalmente. Si Arcelor trocea el contrato de mantenimiento y sus pedazos los ofrece a esas 17 empresas y termina optando por alguna de ellas (y no por Daorje) es porque es la más barato. ¿Y cómo se hace eso? Ofertando a la baja. Así que no podemos negociar ningún convenio: Femetal se ha cerrado en banda. Las ofertas para el contrato troceado del mantenimiento no incluyen las subidas, las que sean, que acordemos aplicar en 2022: igual se encuentran con que no pueden coger el contrato en Año Nuevo.

–Y a todo esto se suma la renovación de los Acuerdos de Oviedo.

–Esta renovación creemos que está muy bien enfocada: ya estamos recogiendo las vidas laborales de todos los trabajadores desde el 2005 al 2010 porque en los últimos Acuerdos se habían abierto las listas y se llegó a 2004 entero. Esto no quiere decir que vaya a entrar todo el mundo de 2005 a 2010 porque todavía tenemos que negociar un número con Arcelor, pero ya estamos adelantando el trabajo. Después es cuándo acordaremos hasta qué número se abren las listas.

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