Sin quererlo, dos de los distribuidores de cava más potentes a nivel nacional coincidieron ayer en Avilés. Tanto Ramón Canals, propietario de la bodega a la que da nombre, como Antonio Pérez, director comercial de Bodegas Gramona, convienen en que los avilesinos son buenos apreciadores del buen cava.

“Esto es fruto del trabajo de una generación entera de hosteleros que ha apostado por la burbuja de calidad y eso se ha traducido en consumo”, explica Miguel Villalibre, dueño del bar Plazas, en El Carbayedo.

Tanto Canals como Pérez celebran que en España existan lugares como Avilés, donde “existe una cultura enológica enorme”. “Envidio que en Barcelona no existan sitios como este, tan cercanos”, anhela Ramón Canals, que a su vez explica cómo “el buen cava es una bebida perfecta para la gastronomía asturiana”. Una idea que también incide su compañero de gremio Antonio Pérez. “El cava y la comida de Asturias crean la armonía ideal”, apunta el director comercial de Bodegas Gramona, quien subraya, además, que “la burbuja si sabemos elegirla bien es un producto tremendamente versátil”.

Por su parte, Miguel Villabrille, propietario del bar Plazas, agradece la visita de Canals y Pérez, y festejaba ayer que “dos personalidades del mundo de la burbuja coincidan en Avilés”. En el caso particular del hostelero avilesino, asegura tener una clientela fiel a la burbuja de calidad. Por ello, anoche unas 40 personas disfrutaron en su local de una cena maridaje compuesta por un vino y cuatro cavas gran reserva, junto a la compañía de Canals. “La gente busca nuevos productos de calidad que no estén en grandes superficies”, afirma el catalán.