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Asturias reaviva el clamor para salvar su sector del aluminio: centenares de personas se concentran en Oviedo al grito de "Alcoa no se cierra"

Tres años después de que la multinacional americana anunciara su deseo de cerrar la fábrica de Avilés, los trabajadores toman la plaza de España ovetense para reivindicar una alternativa que garantice la actividad

Asturias reaviva el clamor para salvar su sector del aluminio: centenares de personas se concentran en Oviedo al grito de "Alcoa no se cierra"

Asturias reaviva el clamor para salvar su sector del aluminio: centenares de personas se concentran en Oviedo al grito de "Alcoa no se cierra"

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Asturias reaviva el clamor para salvar su sector del aluminio: centenares de personas se concentran en Oviedo al grito de "Alcoa no se cierra" Francisco L. Jiménez

Los trabajadores de la empresa Alu Ibérica (la antigua Alcoa) se han concentrado a las 18.00 horas de esta tarde en la plaza de España de Oviedo, donde tiene su sede la delegación del Gobierno en Asturias. Su clamor tiene eco en toda la región: salvar el sector del aluminio, ahora mismo contra las cuerdas. Representantes del comité de empresa de CC OO, UGT y USO y de las respectivas federaciones de Industria han subido al despacho de la Delegada del Gobierno. Le llevan una solicitud formal para que la ministra de Industria, Reyes Maroto, venga al Principado a darles explicaciones de cómo está la cuestión de los inversores interesados en la compra de la fábrica avilesina.

Acto seguido, los trabajadores han comenzado una marcha por las calles de Oviedo. Al grito de "Sánchez, Barbón, aluminio solución"; "Alcoa culpable, gobierno responsable"; y, por supuesto, el "Alcoa no se cierra" han recorrido las calles Calvo-Sotelo y Santa Cruz en dirección a la sede de Presidencia, donde no fueron recibidos. La protesta, que transcurrió sin incidentes, finalizó en torno a las 19.15.

La concentración coincide con el tercer aniversario de la gran manifestación celebrada en Avilés en defensa de la industria asturiana, y muy especialmente del sector del aluminio, conmocionado y amenazado entonces por el anuncio, por parte de Alcoa, de su intención de cerrar la factoría aluminera avilesina por la supuesta falta de rentabilidad de la misma. Aquel día de 2018 comenzó un culebrón cuyos capítulos más destacados fueron la venta de la empresa (también la de la fábrica gemela de La Coruña) al fondo de inversión suizo Parte Capital; la reventa pocos meses después a una seudosociedad llamada Grupo Industrial Riesgo; el inicio de una serie de decisiones por parte de los nuevos gestores que condujeron, según los indicios hallados por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional, a la despatrimonialización de la empresa aluminera; la judicialización del asunto y, desde hace tres meses, la paralización total de la actividad fabril, el impago de sueldos por falta de ingresos, la toma de control de la empresa por parte de un administrador judicial, la tramitación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y la declaración de preconcurso de acreedores.

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Centenares de personas se concentran en Oviedo al grito de "Alcoa no se cierra"

Acompañados por decenas de personas que respaldan su reivindicación de mantener la actividad productiva en el sector del aluminio, los supervivientes de la crisis del alumnio tienen hoy dos objetivos: presentar una solicitud oficial a la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, para que Reyes Maroto, la Ministra de Industria, se implique “de verdad” en la solución de la crisis del aluminio y, seguidamente, trasladarse caminando a la sede de la Presidencia del Principado, en la calle Suárez de la Riva, para tratar de que Adrián Barbón conozca de primera mano qué está sucediendo en las fábricas de aluminio de Asturias y de Galicia. Y es que, según consideran los trabajadores, el Presidente asturiano tiene que recibir a una delegación de los representantes sindicales y escuchar sus peticiones. También de Barbón se espera que dé un paso el frente en estos momentos cruciales para el futuro de la fábrica de aluminio.

El Consejero de Industria asegura que se trabaja en la búsqueda de inversores pero puntualiza que "son ellos quienes marcan los tiempos"

En ausencia de palabras de Barbón, ha sido hoy mismo el consejero de Industria del Principado, Enrique Fernández, quien habló de la actualidad de Alu Ibérica. El Consejero ha asegurado que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ya tiene en su poder (y se supone que ha iniciado su tramitación) el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afectará a 247 trabajadores de la planta de Alu Ibérica en Avilés durante un periodo de seis meses. En declaraciones a los periodistas, Fernández ha señalado que la Consejería "trabaja en acelerar los trámites" para que los trabajadores, que llevan sin cobrar desde el pasado mes de agosto, puedan recibir cuanto antes las prestaciones económicas que lleva aparejado el ERTE "y esperar con algo más de tranquilidad la llegada de futuros inversores".

El ERTE contempla la suspensión de 243 contratos de trabajo y la reducción de jornada (al 50 por ciento) de otros 4 trabajadores de forma que afecta a 247 personas y no incluye a 7 personas trabajadoras de los departamentos de administración y mantenimiento.

De acuerdo con la solicitud presentada ante la autoridad laboral autonómica, el expediente se extenderá durante un periodo de 6 meses a partir del momento en que se comunique la decisión empresarial, una vez finalizado el periodo de consultas.

En otro orden de cosas, el Consejero ha añadido que el Gobierno asturiano sigue trabajando en la búsqueda de nuevos inversores, pero a renglón seguido ha puntualizado que "son ellos los que marcan los tiempos, no podemos coger por la oreja a un inversor para hacerse con la planta de Avilés". El objetivo, ha asegurado Fernández, es "encontrar el proyecto más solvente y que garantice un mayor número de empleos".

El Consejero ha reiterado que la plantilla de la empresa es "víctima de un comportamiento de mala fe por parte de Alcoa", anterior propietaria de la factoría, como demuestran las actuaciones judiciales en marcha que apuntan "de forma cada vez más clara" a que la multinacional y de otras "empresas cómplices" son responsables de un plan "para cesar la producción de aluminio en Asturias y Galicia".

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