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Cogersa y Cáritas unen fuerzas para concienciar de los beneficios de dar una segunda vida a la ropa

La venta de prendas usadas “es una forma de reciclaje que favorece el consumo responsable y crea empleo”, destacan ambas entidades

Arriba, Paz Orviz y Lucía Fernández, ojeando ropa, ayer, en Luanco. A la izquierda, los puestos móviles de Cogersa y Cáritas. | Ricardo Solís

“Ropa de segunda vida”. Así reza el eslogan de la campaña que impulsa Cogersa –en colaboración con la entidad social Cáritas Koopera– durante este mes de noviembre en diferentes puntos de Asturias. Se trata de una iniciativa enmarcada dentro de la Semana Europea de Prevención de Residuos que tiene por objetivo reducir la generación de los mismos a través de un consumo respetuoso con el medio ambiente.

Cogersa y Cáritas unen fuerzas para concienciar de los beneficios de dar una segunda vida a la ropa

A través de la campaña, tanto Cogersa como Cáritas se están desplazando a varias localidades astures donde recogen y venden prendas de segunda mano previamente reacondicionadas para su uso. Asimismo, realizan una labor de sensibilización entre la población a la hora de deshacerse de prendas viejas sin uso. El recorrido comenzó el pasado lunes en Tapia de Casariego, pasando durante la semana por Salas, Candamo y Castrillón. La caravana estará hoy en Sobrescobio y la semana que viene viajará a Langreo, Parres y Cabrales. Ayer fue turno para Luanco.

“El objetivo de la campaña es sensibilizar sobre el residuo textil, ya que sin la complicidad de la ciudadanía todo el esfuerzo de entidades y administraciones es menos efectivo”, explica Paz Orviz, gerente de Cogersa, celebrando además que, por el momento, el balance de la iniciativa “está siendo positivo”. Antes, incide Orviz, “las prendas se utilizaban durante años, se pasaban entre familiares. Sin embargo, el consumo actual es tremendo. Una pauta muy difícil de cambiar”. Por tanto, remata, “es importante incidir en la sensibilización a la hora deshacernos de una prenda y darle una segunda vida”.

Además, esta campaña genera una actividad de clasificación, reciclaje y venta de ropa que deriva en la creación de puestos de trabajo. “Optamos por el modelo de empresa de inserción, dando oportunidad de empleo –el 50% de la plantilla– a personas en situación de exclusión social y con manifiestas dificultades de acceso al mercado laboral”, comenta Myriam Gozalo, responsable del programa de empleo de Cáritas, que a través del programa Koopera recoge las prendas de los contenedores dedicados a tal fin para enviarlos al País Vasco, donde se realiza la clasificación y tratamiento de textiles en la zona norte.

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