La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La gran industria, en jaque por el alto precio de la energía: Azsa ya produce “en pérdidas”

El Partido Popular propone crear la figura del consumidor hiperintensivo “para salir de la trampa” del estatuto que defendió Reyes Maroto

El característico perfil fabril de la comarca avilesina donde se ubica Azsa. R. Solís

La crisis los precios de la energía está lastrando el calendario de producción en la empresa Asturiana de Zinc (Azsa) de tal modo que, según el Sindicato Independiente de Trabajadores de Asturiana de Zinc (SITAZ) “ahora” la fundidora de San Juan de Nieva “está produciendo en pérdidas”.

Para evitar que el roto en la factura eléctrica sea mayor, la empresa decidió en septiembre pasado bajar la potencia de su subestación en las horas punta, en las horas en que el precio del megavatio hora (la unidad de medida de la potencia eléctrica) está más caro. Ayer, por ejemplo, el precio marginal del mercado de la energía español había alcanzado los 230 euros. Además, la compañía –la fundidora de cinc más importante de Europa y una de las tres más principales del mundo– decidió adelantar una parada programada de las instalaciones con el fin de que la escalada de precios de la energía finalice o, más bien, esperando que eso se produzca en algún momento.

Todo esto lo hace, según fuentes consultadas, para evitar que los trabajadores sean los que paguen la subida de la energía. Estas mismas fuentes recuerdan que el precio del cinc, como metal cotizado en la Bolsa de Metales de Londres (LME en sus siglas inglesas), es único y que la empresa de San Juan de Nieva tiene que vender su producto en virtud de ese precio, es decir, que no puede repercutir la subida de la energía en el precio final del cinc metal que se produce en la fábrica de Castrillón.

La cotización ayer estaba en 3.200 euros, un precio como pocas veces se había visto en lustros. Sin embargo, señalan fuentes consultadas, el incremento del precio no compensa las pérdidas que vienen de pagar la factura eléctrica más cara en años. Y no descartan, de hecho, en la fábrica de San Juan de Nieva, aumentar las paradas de mantenimiento.

Desde el SITAZ aseguraron ayer que las actuales compensaciones por emisiones de dióxido de carbono para las empresas “no son suficientes” y consideran que la única vía posible es ir “urgentísimamente” hacia “contratos a la carta” para las empresas electrointensivas.

El presidente del Gobierno ha prometido en varias ocasiones a lo largo de este otoño, que los ciudadanos pagarán la factura de la luz a finales de año a un precio “equivalente a 2018”. Para ello, actualmente está negociando con afectados las medidas a seguir para conseguir que esta promesa se convierta en certeza.

El diputado Guillermo Mariscal, que es el secretario general del grupo popular en el Congreso, señaló en Avilés, tras una reunión mantenida con miembros del SITAZ (mayoría en el comité de empresa de Azsa): “Si hay una región en el que el peso de la energía eléctrica es clave para el sostenimiento de la economía es Asturias. Creemos sinceramente que con el actual precio de la energía eléctrica se está poniendo en riesgo no solamente la continuidad de estas compañías, si no un empleo de calidad con poca temporalidad en el que se incorporan personas con alta formación que además permite incentivar la innovación, por tanto, el futuro de esta tierra”.

El PP desveló ayer que ha presentado una enmienda a los presupuestos para que “se cree la figura del consumidor hiperintensivo para salir de la trampa en la que la ministra Reyes Maroto hizo caer a la gran industria española del estatuto electrointensivo que en absoluto apoyan, ni ayudan a las empresas de altísimo consumo eléctrico”, añadió Mariscal. “Esta nueva figura del consumidor hiperintensivo debe tener un régimen específico y una dotación presupuestaria aparte de la que pueda tener la industria electrointensiva”, recalcó.

Y es que el Gobierno de España, en pleno período electoral de 2019 (ese año hubo dos elecciones generales) prometió un estatuto al que podían amarrarse empresas como Alcoa, Arcelor, Alu Ibérica o Asturiana de Zinc. Finalmente, no fue así. En cambio, se beneficiaron de él empresas con mucho menos consumo energético que las anteriores.

Compartir el artículo

stats